domingo, julio 21, 2024
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Algunos consejos para defenderse del coronavirus

Por: Dr. Víctor Manuel Ramos

Los virus fueron unas de las primeras manifestaciones, en el proceso evolutivo, que condujeron a la creación de la vida, con las bacterias como primer paso. Existen miles de tipos de virus. No todos causan enfermedades pero los hay que atacan a plantas, animales o personas. Los virus no se pueden considerar seres vivos, pero contienen ADN o ARN, las mismas sustancias que hay en el núcleo de las células de los seres vivos, con todas las instrucciones de lo que ha de ser cada ejemplar vivo a lo largo de su vida.

El ADN  dice si vamos a ser altos o bajos, gordos o flacos, resistentes a las enfermedades o susceptibles: todo lo que pudiera pasarle a nuestro cuerpo  está escrito ahí: es el plano de ingeniería de nuestro organismo. El ADN y el ARN son, si se quiere, el código de Barra que identifica a cada persona. Cada uno de nosotros tiene su propio único ADN que lo identifica. Quizás solo los gemelos idénticos tienen ADNs iguales. Llevamos la mitad del ADN de nuestra madre y la otra mitad de nuestro padre, un cuarto de cada uno de nuestros abuelos, un octavo de cada uno de nuestros bisabuelos y así, indefinidamente, por eso nos parecemos a cada uno de nuestros padres, dependiendo de la dominancia de los cromosomas compuestos de ADN. Por eso tenemos un tataramillonesimo abuelo entre los primeros pobladores de la tierra.

¿Cómo se reproducen los virus? Ellos se auxilian de las células de los seres vivos y hacen que el ADN de las células de la persona infectada los reproduzca. De esa manera van afectando más y más células hasta producir el caos en el organismo; por supuesto, la gravedad dependerá de la respuesta de cada persona o de la intervención de los médicos.

Por suerte, tenemos, los seres vivos, un mecanismo que nos permite reconocer a los invasores. Sean virus o bacterias. Una infección se produce cuando nos invade una bacteria o un virus. Nosotros tenemos en nuestra sangre unos guardianes que, cuando entran los invasores, acuden para reconocerlos y luego informan a otros guardianes más especializados quienes fabrican las armas apropiadas para atacar: esas armas se llaman anticuerpos, interferón, inmunoglobulinas. A partir de este momento, se produce una batalla entre el invasor y la persona atacada. Si nuestros glóbulos blancos producen suficientes sustancias de defensa el resultado será la curación, si nuestro organismo no está listo para responder, entonces tendremos la enfermedad. En el caso de las bacterias tenemos un arma farmacéutica importante: los antibióticos. Pero no hay antivirales suficientemente probados en su capacidad de enfrentarse a una invasión viral, sobre contra el COVID 19.

Cuando nos invade un virus, como el que nos provocan la gripe, cada organismo responde según sus fortalezas. A algunos les da la infección viral pero no se enteran. Solo podríamos saber si buscamos en su sangre la presencia de los anticuerpos que se produjeron en la escaramuza. Otros tendrán síntomas leves, otros tendrán que ir a la cama y unos poquísimos se verán en la necesidad de ir en busca de un médico o de hospitalizarse con peligro de perder su vida.

Eso mismo pasa con la infección por el Covid 19 (virus coronavirus del año 19). No todos los infectados van a morir, el porcentaje de fallecimientos en relación con los contagiados es bajo. Algunas personas ni cuenta se dan que están o estuvieron infectados porque no presentan síntomas. A estos se les llama los asintomáticos. Pero a otros les produce síntomas leves, tos, catarro, pérdida del olfato, fiebre, dolor de cabeza: a otros les ataca más fuertes, esos tendrán que a ver un médico que los valore, y muy pocos deben hospitalizarse porque el virus afecta el pulmón y se produce dificultar respiratoria que puede conducir a la muerte. Las personas que tienen otra enfermedad crónica (diabetes, hipertensión, insuficiencia cardíaca, hipertiroidismo, para poner unos ejemplos), están en mayor riesgo porque sus cuerpos, al recibir la invasión viral, tienen que luchar contra dos enemigos, su enfermedad y la que provoca el virus y por tanto los riesgos y peligros son mayores.

Cada vez que nos enfermemos de una infección viral adquirimos inmunidad al virus que nos la causó. Así que cuando tenemos gripe, esa gripe no es producida por el mismo virus que ya nos atacó, sino por otro porque, en contra del primero ya tenemos un sistema de defensas. Por eso la epidemia se para ella sola cuando una gran cantidad de los pobladores se ha infectado, pues los infectados, al adquirir inmunidad, sirven de barrera y no contagiarán a los demás.

El coronavirus es como una gripita leve para la mayoría, pero para otros es una gripe grave, afortunadamente, para los pocos. Pero como no sabemos cómo va a responder nuestro organismo debemos protegernos.

Las tres únicas vías de entrada del Covid 18 a nuestro organismo son: la boca, la nariz y los ojos. En la garganta la boca y la nariz se conectan. Por ahí pasa el aire que respiramos y los alimentos que tomamos. Cuando respiramos abrimos la laringe para que pase el aire. Si comemos, cerramos la laringe cuando tragamos para que los alimentos tomen el esófago rumbo al estómago. En varias ocasiones, una migaja se nos va por el lado equivocado: sentimos que nos ahogamos porque la laringe se cierra para evitar el paso de la migaja. Pasamos un rato angustiante.

Ahora se preguntarán, ¿por qué los ojos? Todos, aunque hay algunos que no, no derramamos las lágrimas a menos que lloremos o tengamos un estorbo en el ojo. En el ojo se producen constantemente las lágrimas para que los párpados, al abrirse y cerrarse, humedezcan la parte visible del ojo y de esa manera evitar que se reseque. Esas lágrimas van a la garganta a través de un tubito desde las dos cavidades en donde están los ojos llamadas órbitas, hasta la garganta. Ese tubito se llama conducto naso lacrimal (naso de nariz y lacrimal porque conduce las lágrimas). De tal manera que una adecuada protección consiste en mascarilla y lentes, todos de manera que se adhieran en sus caras a la piel e impidan que penetren los virus y así evitar que el virus se aloje en boca, nariz o conjuntivas de los ojos, porque desde ahí pasará a los pulmones.

En esta imagen pueden ver por dónde van las lágrimas hasta la nariz y de ahí a la garganta.

La enfermedad sigue tres etapas: pre patogénico, patogénico y post patogénico. Inicialmente estamos sanos del virus, luego adquirimos el virus pero durante unos 7 a 14 días no presentamos síntomas, porque es la etapa de incubación, es decir los virus está reproduciendose e invadiendo los órganos. Cuando se inician los síntomas es cuando sabemos que estamos enfermos, a menos que nos hagamos un examen antes. Luego, tras la recuperación, vamos a quedar, sí o no, con secuelas.

¿Cómo tratar las infecciones virales, en este caso las infecciones por coronavirus?

Las infecciones virales se combaten sintomáticamente. Qué quiero decir: que es usan medicamentos que no combaten el virus, porque no los tenemos, pero si sus daños. Al virus lo combate nuestro sistema de defensa. Ahora se están desarrollando antivirales específicos pero aún están en prueba, con excepción del que está ofreciendo Rusia, pero es difícil adquirirlos y quizás sean muy caros. Al producirse las vacunas podremos forzar nuestras defensas. Voy a dar unos consejos.

  1. El mejor tratamiento es evitar la enfermedad. Para eso el confinamiento, el uso de mascarillas y lentes o vísceras protectoras. Si usamos lentes porque los necesitamos para ver bien, les podemos poner a las mascarillas, en el borde superior, y en la parte interna (la blanca que es la que va por dentro) unos trocitos largos de algodón para que no deje pasar el vapor de la respiración y no nos empañe los lentes o simplemente sumergirlos en agua jabonosa y luego secarlos con un paño. No tocarse la cara: la boca, la nariz y los ojos que son las puertas por donde penetra el virus. No dar la mano, ni abrazos y mantenerse a unos dos metros de distancia de otras personas. Si nos toca salir, al regresar a casa debemos quitarnos la ropa, antes de salir dejar un balde con agua jabonosa cerca de la puerta para echar ahí la ropa, dejar los zapatos fuera y darnos un baño con abundante jabón y agua. Los zapatos y la mascarilla la dejamos al sol unas 4 horas y se esterilizan. Limpiar con alcohol o cloro todas cosas que hemos tenido en las manos: llaves, anteojos, bolsas del supermercado, billetes, etc. Cada quien debe considerar a los demás como potencialmente infectados porque pudieran ser portadores sin síntomas.
  2. Siempre debe mantenerse una buena hidratación: agua, suero oral, refrescos de frutas, tés, se les agrega un punto de sal. Alimentarnos es importante para estar mejor protegidos y tomar una multivitamina diariamente.
  3. Si sentimos los primeros síntomas y son leves: tomar antiinflamatorios y un antigripal para combatir: la inflamación, el dolor generalizado, el dolor de cabeza; los síntomas catarrales. Yo aconsejo Ibuprofeno comprimidos de 600 mg cada 12 horas durante unos 10 días; antigripales, una cada 6 horas por unos 8 días; beclometasona en aerosol, con aplicaciones en la garganta cada 6 horas o más frecuentemente si hay inflamación y dolor de garganta. Ahora es mucho más importante la hidratación, los alimentos y las vitaminas. En todo caso, hay que tomar el teléfono y reportarse para que le den una orientación médica.
  4. Si los síntomas son más graves, dificultad respiratoria, acudir de inmediato a una clínica de Triage para que valoren su estado y el grado de peligro que corre. Ud. debe obedecer las instrucciones del médico.
  5. Si la dificultad respiratoria es grave, el paciente deberá internarse para que reciba el tratamiento sintomático con oxígeno y otros medicamentos que el médico decida en el Hospital.
  6. Si le manden a permanecer en casa, debe aislarse: en ese caso todos los de casa usarán las protecciones que hemos señalado arriba. Debe asignársele un plato, una tasa y ropa de cama a cada quien (Marcados con pintura de uñas) para que no haya confusiones. Lavarse, repetidas veces, las manos a cada momento y la cara con jabón. La ropa de los infectados debe llevarse a lavar o ponerla en un balde con detergente y agua y luego el que la manipuló debe darse un baño con abundante enjabonamiento. Si es posible usar guantes que deben ser desechados inmediatamente, de preferencia meterlos en una bolsa plástica y anudarla. Los guantes se quitan de tal manera que queden al revés.
  7. Si hemos estado en contacto y no desarrollamos la enfermedad, lo más probable es que seamos enfermos asintomáticos. Debemos examinarnos, en el día 14 después del posible contacto con un enfermo, para saber si estamos positivos y de esa manera evitar contagiar a otros. Mientras tanto debemos aislarnos.
  8. Aparecerán charlatanes ofreciendo curas milagrosas. Por ejemplo no se puede dar limón y bicarbonato juntos porque ambos se desactivan al reaccionar. No se dejen engañar. Solo atiendan las indicaciones del médico.
  9. Bueno, amigos: buena suerte.
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