Al parecer, (aun en tiempo de crisis nacional) el trabajo más arduo que realizan algunas|os diputadas/os, es la de fungir cómo «community mánager» del partido político con el que militan. Se esmeran mucho en andar revisando detenidamente ciertos perfiles en las redes sociales, y dar seguimiento a aquellas publicaciones, que son contrarias a los intereses de altos funcionarios, o simplemente afectan negativamente la imagen política de los mismos.
Una de estas diputadas, es la Doctora Johana Bermúdez, diputada nacionalista por el Departamento de Francisco Morazán. Ella es una de las voceras de su partido, pero también, es una fiel seguidora y aval de las acciones del actual gobierno. Ella no cuestiona, no sugiere, no denuncia, mucho menos, crítica las anomalías que se suscitan del quehacer de la administración estatal pública. Pero si se ofende estrepitosamente cuándo es testigo de las constantes denuncias de líderes garífunas, hacia las acciones gubernamentales que marginan al pueblo garífuna.
La diputada, lejos de mantener un enfoque más implicado en el quehacer legislativo (como corresponde); y accionar (en base a su profesión), frente a la problemática de salud, se quedó en lo opuesto, y ha montando una «seguidía» a tres profesionales garífunas, que constantemente hacen denuncias públicas sobre los actos de corrupción, principalmente de las acciones ejecutadas por el gobierno de turno, que resultan adversas a los intereses y demandas del pueblo garífuna, y de la población en general en estos tiempos de crisis sanitaria y económica.
En primera instancia, la diputada en mención, de manera exacerbada envío mensajes de texto a la Abogada, activista y defensora de derechos humanos, Naama López. Entre los insultos vertidos, la diputada Bermúdez llama «actriz principal del circo» a la abogada. Una reacción burda frente a una publicación de la abogada, que textualmente dice «Aprobar ley de colaboración eficaz, derogar Ley de Secretos de Estado, reducir presupuesto de defensa/seguridad, incrementar presupuesto salud y educación siguen siendo demandas nacionales. El gobierno sólo ha montado un show político frente al covid-19, y lo ha utilizado para seguir malversando fondos, dejando el país en el peor escenario».
La Abogada Naama, dió una respuesta pública, en la que hizo un llamado enfático a la diputada, expresando, «Aproveche el tiempo y la coyuntura. Póngase a trabajar por Honduras, apeguese a los intereses del pueblo y olvídese por un instante de la línea de su partido corrupto. Deje de buscar disculpas, agradecimientos o halagos por hacer lo que les compete hacer. Legislar a favor del pueblo, es su OBLIGACIÓN. Hacer que los fondos aprobados sean destinados a atender la problemática, es lo que deben hacer. De lo contrario, la criminalidad de asaltar el pueblo, es compartida entre, los que saquean la institucionalidad pública, y los que defienden una administración mal dirigida cómo lo hace usted».
Meses después, su enojo fue dirigido contra el reconocido médico y cirujano Luther Castillo Harry. El doctor ha puesto el nombre de Honduras en alto, y ha ejercido una loable labor a favor del pueblo garífuna, siendo fundador del primer hospital garífuna. Además, cuenta con una trayectoria académica respetable, al ser el primer garífuna en egresar de la Universidad de Harvard.
Trayectoria que parece no importar e incluso incomodar a la diputada, ya que está, considera que las críticas hacia el accionar político que verte el Dr. Luther, son un ataque a su persona. Esto quedó evidenciado luego, que en un grupo de WhatsApp de profesionales garífunas, intentó desvirtuar la ética profesional del Dr. Castillo, aduciendo que esté utiliza grupos privados y públicos para ponerla en mal cómo profesional y como diputada. Y además, refirió que este trabajo en el gobierno de Manuel Zelaya Rosales, lo que denota una práctica común de persecusión política, de este tipo de funcionarios públicos.
El Dr. Castillo, respondió en el mismo grupo, lo que entre fragmentos parecía más una forma audaz de reinvindicar esa lucha que mantiene la gente garífuna por sus derechos y dignidad: «»… Doctora, ya que recordó públicamente mi participación por 30 días en el gobierno de Manuel Zelaya, también le recuerdo que me desempeñé en el gobierno de Porfirio Lobo Sosa como Comisionado Nacional de Salud durante 30 días para redactar una propuesta de Reforma de Salud, sin cobrar un solo centavo… Mis participaciones han sido públicas y abiertas, con independencia, y me he negado rotundamente a cumplir la servil tarea de ser vocero de los intereses de la corrupción confesa e institucionalizada que padece nuestro país. Y en este caso la vida nos absolverá o nos condenará según nuestras actuaciones… Recuerde, Doctora, que en estos tiempos, la historia la escribe los hombre y mujeres valientes, y ellos no olvidan quiénes son sus verdugos…»
Todo al parecer, viene siendo la forma común de evacuar una contradicción que la diputada siente, al ver cada día, cómo toda una población garífuna arremete públicamente por diferentes medios, su repudio hacia la forma, en la que inhumanamente han sido relegados de la agenda pública de país. Pero para ella, denunciar esas afectaciones, es «NO TENER PAZ, NI ÉTICA PROFESIONAL«… Esa fue el más reciente «llamado de atención» que hizo la diputada a la Dra Mariana Amaya, Médica Veterinaria, egresada de la Universidad Nacional Agraria de Nicaragua, (primera garífuna en graduarse de dicha carrera y con menciones honoríficas). Docente universitaria y primera presidenta mujer de OFRANEH, el Progreso, Yoro.
Cómo un presagio de dignidad y hartazgo, (ante la repetida insolencia de una política del partido nacional, que al parecer tiene más interés en defender las acciones indefendibles del gobierno, que de accionar por el bienestar de su pueblo), la Dra Amaya, se sumó a la lista de profesionales garífunas, que sin condescendencia, responde a la imprudencia de la diputada en mención. Entre esos párrafos, lo que más entereza le da a la voz de la veterinaria, son las siguientes líneas: «
«…Bermudez, USTED! diciéndome a mi “que tenga paz” nadie puede ofrecer lo que carece. Hago de tu conocimiento que MI PAZ INTERIOR ES PLENA, SOLIDARIA, INTEGRAL, INCONDICIONAL Y REBELDE CONTRAS LAS INJUSTICIAS. Es una paz interior que no permite el silencio cómplice ante el latrocinio genocida a qué condenan los políticos corruptos a los más vulnerables de mi patria Honduras; Es una paz interior que condena rotundamente a los voceros que defienden sin escrúpulos a los crimínales confesos del gobierno; es una paz interior que sueña con una patria donde los ladrones y asesinos tengan que pagar con cárcel por sus crímenes.
El concepto de “Embajadora de paz” toma significado profundo cuando alzamos nuestras voces para condenar todos los actos de corrupción… esto sin mencionar la denuncia firme sobre el asesinato de más de una veintena de lideresas Garinagu en los últimos 6 meses y el despojo sistemático del territorio que ancestralmente nos pertenece como GARINAGU. No terminaría hoy si sigo mencionándote las tareas de un embajador de la Paz de nuestro pueblo. Que este digno concepto no se confunda con el Silencio Cómplice desde el “Poder” y la vergonzosa tarea de defender delincuentes nombrados hasta a nivel internacional en expedientes de investigación»…
Creo que a cada respuesta, sólo se le puede secundar desde la vivencia de cada ciudadana y ciudadano hondureño, que se ha visto afectado de diferentes formas y ángulos, por la inescrupulosa corrupción institucionalizada en todo el aparato estatal. Y quizás, sean muchas y muchos más los garífunas, que han recibido mensajes de hostigamiento de la diputada Johana Bermúdez, sin embargo, siempre hay un par de voces (que sin temor a represalias políticas) procuran reinvindicar la lucha y existencia de todas las demás.