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La economía petrolera de la miseria

La nueva estructura hegemónica del orden mundial precisa con urgencia el control total de los recursos naturales renovables y no renovables, con el objetivo de tener un dominio absoluto sobre la vida humana.

Un nuevo conflicto bélico se vislumbra a escala internacional por el control autoritario del petróleo. De efectuarse o no está guerra, se podría iniciar una nueva crisis económica global.

Escrito por: Ronnie Huete S.

Periodista internacional

 Washington DC, 29 de enero de 2019. Sigilosamente los rumores de una tercera guerra mundial fortalecen el camino hacia una economía de la miseria internacional.

El control del petróleo, el oro y otros recursos minerales para el uso tecnológico es el hambre insaciable que poseen los lideres de las potencias mundiales para efectuar un nuevo ataque en Latinoamérica.

La retirada de las tropas estadounidenses de Siria solo significó su reorientación de ataque hacia América Latina.

Venezuela tiene las mayores reservas de petróleo y gas del planeta y su hegemonía política en los últimos 19 años ha sido un punto clave en la agenda de los gobiernos de los Estados Unidos y otras potencias mundiales, que mantienen sus políticas coloniales más vigentes que nunca.

En el presente, la retórica de la disputa internacional en relación con Venezuela se resume en las criticas personalizadas contra su gobierno y que hacen distintos medios de comunicación, al servicio del nuevo orden mundial.

Como es característico en el posmodernismo que gobierna a la humanidad, la verdad en la prensa mercantilista es utilizada para describir hechos l servicio de los intereses de las grandes industrias que rigen el orden mundial, causando una confusión total en la realidad por la que atraviesa la tierra.

La reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, efectuada recientemente para dirimir el futuro de Venezuela, estuvo plagado de discursos alegóricos a la democracia y la alabanza a la igualdad, fraternidad y libertad que “abandera” Francia, pero ninguno hizo énfasis en la realidad del asunto; la disputa por el control mundial del petróleo.

En esencia, el genocidio que pueda causar un nuevo conflicto bélico sobre Venezuela y otros países de Latinoamérica no es de la importancia de estos lideres mundiales, cuya vista solo les permite ver; oro, petrolero y control hegemónico mundial.

La Unión Europea junto con los Estados Unidos mantienen firme sus políticas bélicas de intervenir naciones en nombre de la libertad y la democracia, sin embargo, los ejemplos solo nos han dejado un tsunami de millones de muertos y refugiados que huyen de las guerras en Libia, Siria, Yemen, Afganistán, Honduras y otras naciones que supuestamente han sido salvadas de “dictaduras malignas”.

La pelea por el control internacional sigue su curso junto con los engaños a escala planetaria, ya que el cuento de que los presidentes son los villanos y los países del norte los héroes, retumba como una fábula infantil que satisface los caprichos de los países invasores que por 500 años han afianzado su hegemonía, durante la obtención de los recursos naturales de los países del sur.

La crisis humanitaria de los inmigrantes centroamericanos que en lo que va de tres meses han huido aproximadamente 10 mil personas y la mayoría provenientes de Honduras, no es parte de la agenda de las Organización de las Naciones Unidas (ONU), puesto que el sionismo que la dirige la hace padecer miopía humanitaria.

¿Por qué no se discute la intervención de un país como Honduras?, cuyo hermano del presidente de facto guarda prisión en Nueva York, por sus fuertes nexos con el narcotráfico y cuyo país lleva 10 años de una extenuante dictadura que la ha hundido en una guerra del crimen organizado y el narcotráfico.

¿Por qué no se convoca a la ONU a una reunión exclusiva para condenar el asesinato de líderes sociales e indígenas en Colombia, Brasil y Argentina o para condenar el creciente autoritarismo contra el pueblo de Turquía?

A caso Francia, no posee el mayor conflicto social en su historia de este milenio, con las protestas de los chalecos amarillos y por su parte el Estado sionista de Israel con su política inhumana de apartheid encarcela a menores de edad. Injusticias cometidas frente a la mirada indiferente de la comunidad internacional “preocupada por Venezuela”.

El petróleo y las directrices del poder, que este emana sobre la humanidad, esta reconfigurando a las naciones en una posible tercera guerra mundial.

Turquía, Irán, China, Rusia, han anunciado su apoyo a Venezuela, mientras que la Unión Europea, Israel y el grupo de lima en Latinoamérica, ha confirmado su apoyo para con los Estados Unidos.

Nuevamente el ajedrez internacional se alista para tocar los tambores de una guerra mundial, con la diferencia que esta vez no está pintada con las ideologías políticas de la otrora guerra fría, puesto que este posible conflicto bélico, es dividir a la humanidad por el control de los recursos naturales, mediante el pensamiento sionista que impone su nuevo modelo económico y político de orden mundial.

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