miércoles, diciembre 10, 2025
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Asesinando al dirigente, la protesta social no desaparece

Por: Claudia Sánchez Cárcamo

Agosto es un mes que pesa en la memoria, evoca dolorosas ausencias, eternas preguntas, dudas y deudas históricas estatales que urgen ser resarcidas en creación de políticas de reparación de los daños. Al leer: “Cuando las Tarántulas Atacan”, nos estrellamos con una novela de corte histórica, en un estilo ecléctico entre mosaico que se fusiona en un vertiginoso espiral, narrada en tercera persona con tres voces y en tres diferenciados momentos: el presente que nos cuenta el padre del protagonista don Roberto Becerra quien desde el transcurso de la desaparición y reconocimiento del supuesto cadáver de su hijo nos da una voz sobria, luego leemos/conocemos a Eduardo desde una mirada de su ventana colegial y universitaria, y en el acucioso lente del escritor Longino Becerra su tío que nos insinúa las pesadillas de Eduardo y las Tarántulas atacándolo, y la hipotética vida de Álvarez Martínez.

La obra se desarrolla entre un relato de breves reminiscencias que nos revela un Eduardo humano con sus tópicos e hitos generacionales y parajes juveniles, en los recuerdos de Eduardo su familia, amigas/os, novias y en graficas representaciones oníricas que en sus noches le prevalecían los terrores nocturnos cargados de augurio de un signo que ya le era dado por Damocles. Nos narra supuestas conversaciones íntimas entre: Eduardo su familia, compañeros de andanzas etílicas en clubes nocturnos y de amor por Marlene en su cotidianidad.

La desaparición forzada es un delito continuado y perpetuado en varias décadas por el Estado hondureño, conlleva imprescriptiblemente el juicio penal ya que es un delito que no prescribe y es un crimen de lesa humanidad si es acción o hecho continuado y reiterante por partes Estatales debió ser sancionado. Pero al no ser así, ellos tuvieron que encontrarse constantemente en las calles siendo hijas, madres de personas desaparecidas forzosamente ente ellas doña Gertrudis o esposas como la inquebrantable y beligerante Berta Oliva con ellas nace el COFADEH para buscarles.

El rol de estas/os defensores de DDHH es evitar que se archivan los expedientes y que se duerman en el Ministerio Público, como pasó en los años 80 y 90 donde los expedientes del comando 3/16 fueron extraviados y no se investigaron los horrorosos hechos que en sus páginas narraban, por ello es que las familias hacen propuestas en programas de reparación de los hechos ante el gobierno impugnando decretos ejecutivos de amnistía contra estos criminales hechores e intelectuales, con la participación de familiares y garantes internacionales es que se creerán las exigencias de justicia.

En la novela se compaginan hechos reales, hipótesis y se recaba información de primera y segunda línea de investigación, recortes periodísticos, que entrelaza con narraciones de conversaciones, encuentros furtivos y entrevistas alrededor de la búsqueda de Eduardo por ser víctima de una desaparición forzada, secuestro y homicidio, al ser uno de líderes estudiantiles en la década de los ochentas durante se vivía llamada la guerra fría por órdenes estatales y en cumplimiento de la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN) impuesta por el imperialismo capitalista, en apego de las comandas de los intereses económicos de Estados Unidos y ejecutadas por parte de militares hondureños y de los contras nicaragüenses asilados en la nación para echar por tierra a Nicaragua.

Ningún país puede construirse como país democrático, con futuro democrático si en el pasado o presente hay desaparecidos, sea por una DSN o por una norma en el país, si recordamos la DSN era selectiva y sistemática y está comprometida con USA y generaba componentes que deseaban acallar quien no se alinease al Estado, además de los compromisos políticos entre los culpables no hay castigo ni respuesta oficial, los crímenes y criminales que han sido confesos o identificados siguen libres o ya han muerto sin purgar sus delitos y las victimas o los familiares que les sobreviven continúan esperando el sueño de los justos sin judicializaciones de estos vejámenes, han pasado 4 décadas pero con respecto al tiempo y espacio hay total ausencia de sentencias en los órganos ejecutores de /in/ justicia a nivel nacional.

La novela narra incidentes y peripecias que la familia sufre en la búsqueda e investigación luego de ser avisados del secuestro de su hijo por personajes militares, nos traslada como se vivían los DDHH de la época y que claves encuentran que les brinda auxilio como padres que no saben nada de su hijo, chocando con eternas negativas y solo consiguen desgastarse física y emocionalmente en el día a día en la búsqueda que nunca tuvo un fin… carentes de la seguridad de tener un cuerpo que velar y/o enterrar, quizás por ello doña Gertrudis a pesar su Alzheimer y en su búsqueda fue lo único que no olvidó hasta el último de sus días, sus labios emitieron… ¿Dónde está mí Eduardo?

Se percibe la violencia como una reacción y acción cual método de ensayo-error contra dirigentes, inicia relatando cómo fue la captura, el modus operandi, la revelación del hecho a la familia, la conmoción al enterarse del secuestro, se explica brevemente el proceso político de Honduras desde los huelguistas bananeros en los reivindicativos años 50 hasta la década perdida de los 80, revela una proyección onírica con la parábola de la luz del autodescubrimiento y el asedio nocturno de las tarántulas… siendo el padre de Eduardo un líder y dirigente universitario quien viviera una temporada en cuba y su abuelo un caudillo de cerro en la revolución Mexicana.

Los procesos de búsqueda en la memoria han resurgido con federaciones latinoamericanas por las y los desaparecidos que luchan por rescatar la memoria de las desapariciones forzadas, sin olvidar el qué hacer para tratar a las víctimas y familiares que les sobreviven en respeto, estamos esperando la justicia y las respuestas estatales como un esfuerzo con la creencia que al atesorar la memoria la expandimos justicia al continente y paz al planeta motivando la continuidad de la búsqueda.

Imposible no llorar al sentir empatía por este sufrimiento, que vuelve en mártires a nuestros muertos aquellos que luchan por heredarnos una sociedad más justa, y sin olvidar el dolor de las personas que les sobreviven, lo sé en primer persona sostengo lazos de amistad con hermanas y hermanos de Eduardo nunca he podido desenlazar el nudo que en mi mente y garganta habita, las décadas de ausencia qué es y les será sobrellevar la zozobra que les tocó al vivir sin él, es inadmisible no lamentarse cada vez que se lee un libro que narra la historia de un dirigente estudiantil sacrificado.

Pero no están está solos/as, sino conectados por ausencia en el mundo, las víctimas de procesos de desaparición, detenidos al recordarlos nos mueve y motiva; pelear., a pesar de los propósitos de silenciarles y acallamiento estatales, militares de las familias, acá no sólo se transmite el mensaje de dolor sino un mensaje de lucha y esperanza apegados a la exigencia de las respuestas ya que esta lucha y esta forma de buscar la verdad ante personas intolerantes a la impunidad y el olvido como tarea de encubrimiento de los culpables de desaparecidos y detenidos son presentes.

El 30 de agosto es el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, por iniciativa de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (FEDEFAM) en Argentina en 1981, se propuso esta fecha para América Latina.

La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó formal esta fecha en 2010, comenzando a conmemorarse en 2011, para reconocer las desapariciones forzadas como un crimen de lesa humanidad y visibilizar la necesidad de justicia, verdad y reparación para las víctimas y sus familias.

Se recrea en la novela la vida y obra de quién fue Álvarez Martínez con hipotéticas conversaciones y posibles recreaciones de su vida al llegar al país luego de sus estudios militares en Argentina. Cuando es nombrado comandante de seguridad pública en La Ceiba e inicia un despliegue de brutalidad contra la población, por lo cual un pequeño grupo de ciudadanos preocupados por el rumbo de la nación a raíz de la persecución a las/os dirigentes sociales, sindicales y estudiantiles, y al clamor de los políticos Hernán Corrales y Jorge Arturo Reina, dan voces de alerta e intentan prevenir al presidente interino Policarpo Paz pero éste no escucha las razones expuestas y les olvida o ignora… a final de cuentas él no tomaba las decisiones sólo acataba lo que Álvarez le decía.

Al ser ascendido de división Álvarez muestra sintomatología de ser un paciente esquizofreniforme:

* Delirios de persecución; desarrollaba constantemente asaltos armados a organizaciones populares e imponía dirigentes según su conveniencia en juntas directivas, según él vitando así ataques. Sin dar explicación de la naturaleza externa o interna del peligro y sin aviso despliega las fuerzas armadas, en registros y cateos constantes en vías públicas generando largas filas y un tráfico insoportable en todas las horas con más ahínco en la madrugada o noche en búsqueda de ñangaras y/o conspiradores portadores de propaganda subversiva o armas.

* Sed de poder; se cree superior a los demás, no ve ningún adversario que le pueda detener, empeñándose enfermizamente en expandir una política de militarización y hegemonía economía utilizando de plataforma a Honduras para visualizarse en todo el istmo centroamericano.

* Alucinaciones con ser atacado; constantemente remueve toda la gente de los lugares estratégicos y pone incondicionales a su causa, según él evitando ser asesinado….

* Y otras que sin evidencia o por respeto a testigos y víctimas vivas no se puede/ deben mencionar.

Se aprecia en escena que el papel decorativo de “ROSUCO” primer presidente electo luego de largo dominio militar y golpes de estado constantes, a pesar de ser el máximo representante del Poder Ejecutivo el doctor Roberto Suazo Córdova, apodado “médico brujo” hacia todo lo que le pedía Álvarez Martínez: inventar una trampa para seguir ascenso militar sin haber cumplir los años de rigor, este artilugio incumpliendo las normativas de tiempo para acceder al siguiente cargo sin dar cumplimiento a la antigüedad requerida para el cargo, la reforma en «Ascenso por nombramiento electo por el congreso de la república»

Se autonombraba directamente por el Congreso Nacional y avalado por el presidente en su figura de Comandante General en Jefe de las Fuerzas Armadas y no por COSUFFAA de las Fuerzas Armadas, a pesar que los representantes del Estado Mayor Conjunto intentaron mediar y dialogar con el presidente de la república no pudieron hacer nada para impedirlo ya que el embajador de Estados Unidos Dimitri Negroponte ya había dado el visto bueno para esta acción, y su nombramiento se hizo bajo toda la pompa y rimbombancia demostrando y mandan un mensaje claro. Él gobernaba sobre cualquier acción al interior de las fuerzas castrenses y presidencia…

Aunque ya fueron identificados varios actores materiales e intelectuales de la DSN siguen libres y por ello hay una determinación de buscar la verdad, justicia y reparación de los hechos, para que la memoria sea vista en la educación formal y en la cultura para rectificar y dignificar desde el Estado y no justificando los hechos de atropello que el Estado sigue cometiendo y nos lleva a decir que no continúen con esa práctica por las injusticias sino para la lucha contra el olvido y una cultura de paz dando a las familiares que contribuyan en un futuro más alegre honrando a las víctimas.

La historia que leí sin conocerle me conmovió al llanto, luego al frecuentar el Tegucigalpense Café Paradiso y/o miliar en la rojinegras y moradas líneas que discurre mi pensamiento al conocer/ reconocer a sus hermanas y hermanos, al no querer ser inoportuna o no abrir añejas heridas, luego en aprecio a los amigos no quise fisgonear el pasado, ellos y ellas colegas escritores/as de mis juveniles noches bohemias en aquellas tertulias literarias en los primeros años del 2000, siempre supe quiénes eran y lo qué había pasado pero jamás hice preguntas, por respeto al dolor o por no querer re victimizarles, y aquí estoy de nuevo releyendo esta novela histórica “Que me es imposible no llorar en cada página” evocando el sufrimiento que cada miembro de la familia en diferente forma sobrevivió o no al dolor, el cual no desaparece solo se transforma, transmuta, forja y cala…

Pensando en esa madre y padre bajo perenne angustia hasta sus últimos días, considerando el proceso de crecimiento de estos hermanos/as en sufrimiento desde su infancia, el peso social, se avizoran secuelas impregnadas en su carácter y forma de actuar/pensar ante la subsistencia que les conlleva una vida de lucha social herencia del abuelo revolucionario mexicano, padre militante activo en la huelga del 54, y dolorosa estafeta de líder estudiantil y mártir desaparecido en Eduardo.

Hay que seguir apostando por la libertad del pueblo y mientras se niegue la verdad ellos militares, policías, empleados estatales de órganos ejecutores de justicia durante las décadas de terror y el Estado mismo, seguirán siendo cómplices y esperamos que en algún momento los alcanzará la justicia terrenal o no, por ello se deben poner denuncias, hacer informes buscando la actualización del pasado, y por ello existen procesos abiertos en la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Eduardo y sus hermanos inician la vida política en la Escuela de Formación del Partido Comunista de Honduras (PCH), su tío Longino Becerra quien fuera secretario general del PCH por varios años, su padre también militaba en el PCH, hasta tener algunos desacuerdos y dimitir con dirigentes reacios a los cambios creando junto a otros compañeros/as el Movimiento Revolucionario Francisco Morazán. En un capítulo nos narra la beligerancia estudiantil de Eduardo que en apoyo del doctor Juan Almendarez logran desde modificaciones a la maya curricular de la carrera de medicina en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y hasta evitar el cierre y/o destrucción del Hospital San Felipe tras la construcción del edificio del HEU en Tegucigalpa y acá nace la némesis con el sujeto llamado Oswaldo Ramos Soto viéndole como enemigo a Eduardo y a otros jóvenes.

La novela evidencia con recortes el dantesco y merecido final de Álvarez Martínez, pero termina dejándonos con la duda sobre la identidad del presunto cadáver de Eduardo el que desentierra tras años del vaivén de pistas y rastreos infinitos de pala en manos entre tantas montañas, que lejos de dar paz a los clamores solo les emergen más conjeturas frente una osamenta no fiel a la de Eduardo pero con evidentes signos de torturas y que supone por ello los posibles cambios anatómicos.

El COFADEH ha solicitado la información actualizada desde el año 2004 en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) donde al gobierno de Honduras se le exige pague su deuda histórica con la memoria de las víctimas y familiares, tiene la obligación internacional de responder al estar suscrito y ratificado en la Convención de Derechos de Personas Desaparecidas, acción no asumida por el gobierno, pero que no se escuchan y aun sin luz por los secretos donde restringieron acceso a información en marcó de archivos, telecomunicaciones y secretos estatales.

La CIDH exige la encarcelación de culpables, búsqueda de expedientes engavetados, perdidos u olvidados, exhumaciones de restos en posibles centros clandestinos de torturas, acompañamientos y voz al rol de las familias de las víctimas, el Estado quien aún promueve exhumación sin consentimiento de la familia, sin llegar a la verdad y reparar el hecho no hay la paz que se desea.

La CIDH da recomendaciones en marcadas en el derecho nacional e internacional al ser el Estado de Honduras suscrito y ratificado, con demandas puras y duras en la esperanza de abrazar el derecho a la verdad que se quiten los candados y los silencios, luchando para recuperación de los restos de las/os desaparecidos, convergencia contra el continuismo, importancia de la verdad, justicia y obligación es humanitario y ser deudas judiciales, actualmente vemos en las luchas étnicas, feministas, LGTTTBIQ y en defensa del agua y territorio que reaparecen las y los presos políticos, persecución y desapariciones forzadas, mismos mecanismos de interacción de derechos humanos.

En el informe “Los Hechos Hablan Por Sí Mismos” de 1993 donde se exponen 211 casos investigados por el COFADEH de desapariciones forzadas entre ellos el de EDUARDO, a más de 30 años de haberse publicado el informe todavía no hay respuestas estatales por lo cual el COFADEH ha interpuesto una denuncia al Estado de Honduras ante la CIDH para que en julio del 2021 el estado debía de responder sobre las personas desaparecidas y detenidas y no se llevó a cabo ya que todavía no hay judicialización de estos hechos y es de dominio público el nombre de algunas de las personas que tuvieron participación como mentes criminales y ejecutores que todavía siguen libres y las víctimas descomponiéndose en cementerios clandestinos, el gobierno están en deuda porque en la memoria de las y los familiares y en la desangrada historia nacional no se olvida.

Se debería de desarrollar una propuesta como las de Sudamérica; un registro de personas desaparecidas y un banco de ADN de las personas familiares sobrevivientes y hacer un reporte por un representante de las familias desaparecidos o aparecidos vivos o muertos, las desapariciones forzadas no están sujetas a prescripción y obedecen a una búsqueda de culpables. Pero la búsqueda de las víctimas en exhumaciones de cementerios clandestinos y entrega de los restos a sus familiares debe ser una prioridad. Tener donde llorarles permite cerrar el ciclo del duelo con amor.

El Estado tiene una obligación en la reparación de la memoria y debería trabajar más por una Ley de Víctimas y Familiares de Desaparecidos, y enfocarse en trabajar por la dignidad y recuperación del pasado dar una disculpa pública a las víctimas y familiares, buscar sus restos, la verdad, justicia y memoria más que una reparación de los hechos es creando un sistema integral en reparación a las víctimas simbólica colectiva y/o individual y que el Estado está en la obligación de generar indemnizaciones a los familiares o sobrevivientes que comprueben que fueron preso/as político/as, tuvieron familiares desaparecido/as y asesinado/as por un representante de cualquier órgano de justicia nacional o internacional, es urgente hacer una ley de los derechos humanos de las víctimas y de los familiares de los detenidos y desaparecidos.

En el mundo se debe de luchar para cobrar a los órganos estatales la excarcelación de presos políticos/as, las desapariciones forzadas y el esclarecimiento de los asesinatos políticos, que han acaecido en el olvido, con las víctimas amordazadas por el silencio y ceguera selectiva, para que sus familiares tengan un entierro digno, un lugar donde llorarles, la verdad y paz al final de sus caminos. No se puede trabajar en solitario se deben articular e intercambiar experiencias de todas las organizaciones que en este desierto de injusticias trabajan creando alianzas estratégicas en pro de la reducción de la violencia y del aumento al respeto de los derechos humanos.

La desaparición forzada que va con un discurso que pretende desaparecer las evidencias y memoria para intentar que las y los demás no sepan por qué suceden cosas, creando globos sondas esas noticias que capturan la atención distrayendo y embruteciendo a la audiencia que cree que si lo dice la radio, la televisión y ahora las redes sociales entonces en cierto, con los casos de las desapariciones silenciados o minimizados por payazos que contaminan el lugar de los hechos moviendo los cadáveres, creyendo que al acallar a un ser humano que hace la denuncia se detiene la acusación por lo cual creen ilusamente que desapareciendo y asesinándolo la protestan social desaparece, además del ataque constante a las organizaciones que promueven la defensa de los derechos humanos estas instituciones pretenden desaparecerlas o callarlas por tener una voz disonante de denuncia y quién discrepe en pos de la lucha por los derechos humanos es un objetivo a desaparecer. Pero olvidan que Asesinando Al Dirigente La Protesta Social No Desaparece… Porque justo en los pacillos de la Cuidad Universitaria José Trinidad Reyes, Tegucigalpa en alguna reunión de parida estudiantil para luchar por la 2 o 3 reforma, crear cuadros para elección a cargo estudiantil o para ir alguna marcha cuyo fin era ir debatir con el pleno en el hemiciclo legislativo (disculpe sino tengo foto pero en aquella época ni votar podía ni celular tenía), hay dispense mí ya no tan joven ni hábil memoria escuche por primera vez su nombre, el puesto que alcanzó de dirigente estudiantil Eduardo Becerra Lanza en la historia que perdura entre el mil veces allanado cubículo del Frente de Reforma Universitaria (FRU), o al tomando el sol en alguna placita matando tiempo entre clases dispersas donde algún o alguna alma curiosa quiera pensar, hablar, oír de cambios y lucha o al meter la nariz en esos libros amarillos que atesoraron vidas para poder ser introducidos al país cuando el sólo color rojinegro te llevaba al destierro, al encierro o al entierro…

Claudia Sánchez Cárcamo

Feministas, Socialista, Escritora por oficio, Gestora y Promotora Cultural, Psicóloga, Pedagoga en educación superior, facilitadora en proyectos de orientación social, educativa y artístico-cultural. Bohemia, Activista en DDHH y LGTTTBIQ+, con participación en cambios conscientes en la sociedad civil, voluntaria en el ámbito del arte, psicología, desarrollo social, cultural y Gnóstica. Discurro en narrativa breve, cuento corto y la lírica. Obras publicadas en prensa diaria, revistas, antologías impresas y digitales, nacionales e internacionales, publicaciones en sitios web artístico, cultural y denuncia social. Mujer de ideas rizomáticas, denunciante del mal vivir, inmersa en una sociedad erotoinconforme, vida itinerante sin atadura/ancla. Amante de tradiciones, la cultura comunitaria, la literatura, el arte en general, alma errante, nómada por pasión, de vida itinerante, sin ataduras ni anclas, paridora de ideas, cohabito-vivo donde trabajo.

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