martes, octubre 15, 2024
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Estudiantes hondureños presas de la brecha digital y la desigualdad social

Tegucigalpa, Honduras (Conexihon) -. Hoy 11 de junio, se celebra el Día del Estudiante en Honduras en conmemoración al natalicio de José Trinidad Reyes y Sevilla, precursor y fundador de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), en esta fecha también se cumplen tres meses de suspensión de clases presenciales por parte de la Secretaria de Educación en el marco de la emergencia por la epidemia del COVID-19.

El pasado 12 de marzo del presente año, el secretario de Educación Arnaldo Bueso, garantizo a los estudiantes hondureños de los niveles de prebásica, básica y media, la continuidad del aprendizaje mediante alternativas educativas para que los días de suspensión de clases “no impliquen pérdidas en el aprendizaje”.

Así inicio la “virtualización del aprendizaje” una nueva etapa para los y las estudiantes y para todo el ecosistema educativo hondureño, en especial para el sector gubernamental cuya abrupta transición al aprendizaje virtual se realiza en condiciones de desigualdad social y falta de inversión estatal.

Al respecto el informe la “Situación Educativa Hondureña en el contexto de la pandemia del COVID-19: Escenarios para el futuro como oportunidad de mejora”, elaborado por el  Observatorio Universitario de la Educación Nacional e Internacional (OUDENI) de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), en el que se detalla, que la mitad de los alumnos hondureños no han recibido clases en línea durante la suspensión por no tener acceso a una computadora, electricidad o internet en sus hogares.

“Al menos la mitad de los 2,9 millones de alumnos en Honduras no reciba clases, principalmente los del área rural, porque no tienen un ordenador, ni internet, para llevar las clases a distancia…unos 1,4 millones de estudiantes se han quedado al margen», denuncia el estudio de la UPNFM.

De acuerdo al informe, los elevados niveles de pobreza y la desigualdad social en Honduras aumentan la brecha digital entre los estudiantes, principalmente en el área rural en donde apenas el 29 % de los alumnos ha tenido vínculos con sus maestros a través de conexiones digitales.

En Honduras, detalla el informe, dos tercios de la población está en condiciones de pobreza y por ende el acceso a la virtualidad es limitado. Al respecto según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), solo el 16,6 % de los 9,3 millones de hondureños tiene acceso a internet en su casa y apenas el 12,8 % acceden a este servicio desde una computadora, mientras que el 87,2 % lo hace desde un teléfono móvil.

Crisis global en educación

De acuerdo a la (UNESCO) “Se estima que 1.580 millones de estudiantes no están asistiendo a la escuela, lo que representa el 91,3% del total de estudiantes matriculados en el mundo, una situación sin precedente en la historia de la educación”, como medida para evitar contagios del COVID-19.

De igual manera la UNESCO resalto que cerca de 63 millones de docentes de educación primaria y secundaria se han visto afectados, y en aquellos lugares en donde existe conexión de Internet estable e infraestructura de TIC.

Dado el cierre masivo y prolongado de las escuelas, universidades y otras instituciones de enseñanza, y la transición al aprendizaje remoto en muchos países del mundo, una pregunta clave para los encargados de formular políticas y de tomar decisiones es cómo se pueden gestionar las evaluaciones y exámenes programados, en particular aquellos relacionados con los niveles finales de cada ciclo; el abandono escolar; los exámenes de admisión a la educación superior y las alternativas de empleo; y cómo finalizar el año sin complicaciones.

Derecho a la educación: Reprobado

Previo a la suspensión de clases presenciales por la epidemia del COVID-19, los datos de la Encuesta de Hogares del INE reflejaban que el 44 por ciento de los niños y niñas de entre 3 y 17 años está fuera del sistema escolar.

Los niños y niñas de los grupos con mayor nivel de exclusión de la cobertura educativa son aquellos que viven en la zona rural (48,7 por ciento), los que tienen entre 3 y 5 años (65 por ciento), y los adolescentes de entre 12 y 14 años (55,1 por ciento) y de 15 a 17 años (74,6 por ciento).

La Encuesta de Hogares evidencia que la principal causa de inasistencia a la educación básica es la falta de recursos económicos, y que un cuatro por ciento de estudiantes dejó la escuela para ir a trabajar.

Bajo este contexto la Secretaria de Educación a finales del 2019, informó que más de 175,000 estudiantes en Honduras dejaron las aulas en los últimos cuatro años. Coyunturalmente según un reportaje de Diario El Heraldo en el año 2019, la inversión gobierno de Honduras por alumno era solamente 19 lempiras diarios.

Por su parte según el informe de la UPFM, es que el 20 % de los más de 23.000 centros educativos del sector público carece de servicio de agua y otro porcentaje solo cuenta con dos servicios sanitarios para más de 200 estudiantes.

Lucha estudiantil histórica por la educación

El legado del José Trinidad Cabañas continua vigente en la sangre de las actuales generaciones que permanecen luchando por el legítimo derecho a la educación en Honduras.

A finales del año 2019, el entonces líder estudiantil, Fausto Cálix, denunció ante el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en Honduras (Conadeh), el asesinato de 79 estudiantes solamente en ese año.

En esa ocasión Calix asevero que era una situación muy grave a la que estaban expuestos los jóvenes en el país producto de haber asumido s procesos de lucha en defensa de la educación pública en Honduras.

“Somos uno de los grupos más vulnerables. Es normal sentir preocupación, no sólo por los demás compañeros, sino por nuestras propias vidas porque hemos dado la cara en los procesos de lucha, particularmente en la universidad», denuncio Calix.

Finalmente, la lucha actual de los estudiantes radica en la equidad en el acceso a la educación producto de la brecha en el aprendizaje por la situación de emergencia por COVID-19 que conllevo al cierre de aulas sin la garantía de la continuidad del aprendizaje para los estudiantes hondureños.

M.L.

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