Tegucigalpa, Honduras (Conexihon).- El mes de septiembre no sólo toma en cuenta celebraciones de una independencia históricamente cuestionada. Una fecha tomó por asalto la línea oficial para recordar el
legado de una patriota, destacada en la promoción y defensa de los derechos de las mujeres.
Un 20 de septiembre falleció Gladys Lanza. Y al cumplirse un año de su partida, su accionar es constante en un país adverso para quienes optan por la defensa de las víctimas de violaciones a los derechos humanos.
Un fresco olor a pino acompaña su tumba, con la complicidad del clima que mantiene intactos los últimos arreglos florales que le han dejado. A pocos metros del cementerio de la aldea de Suyapa, hace un año, el cuerpo de “Doña Gladys” recibía las honras fúnebres de diferentes personalidades que guardaron respeto, pero que también acompañaron su trabajo de más de 40 años en defensa de los derechos humanos en el país.
Sus hermanas y compañeras del Movimiento de Mujeres por la Paz “Visitación Padilla”, cerca de su tumba, comenzaron una pequeña celebración por su vida y lucha. La recordaron desde su llegada a la organización feminista y evocaron sus luchas en el sindicalismo hondureño, específicamente en la conducción del Sindicato de Trabajadores de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (STENEE).
Gladys Lanza, al momento de su muerte, fungía como la coordinadora nacional del Movimiento de Mujeres por la Paz.
“Gladys está viva, vigente, nos duele su partida pero su pensamiento nos sigue acompañando”, expresó Cristina Alvarado quien forma parte de la coordinación nacional de “Las Chonas”.
Hoy espacios que ella impulsó en vida, como la Tribuna de Mujeres contra los Femicidios (TMCF), optó por llamarse Tribuna de Mujeres “Gladys Lanza”, como un reconocimiento a su trabajo en defensa de las mujeres y sus derechos.
Y su legado vive en un país donde las discusiones encaminadas a la aprobación de un nuevo Código Penal en el Congreso Nacional (CN), penaliza el aborto en sus todas sus causales, desatendiendo una demanda de espacios como la Articulación “Somos Muchas”, donde Gladys fue de sus iniciadoras. Tampoco hay respuesta para proteger a las mujeres, a lo que va del 2017, se registrada cerca de 200 femicidios.
Si hay algo que tenía y le sobraba era integridad y dignidad.
Dignidad e integridad son dos cualidades que destacaron en el actuar de Gladys Lanza. Así fue recordada en el acto a un año de su partida.
“Gladys era una mujer íntegra”, fue una frase dicha por Cristina Alvarado, y ratificada por la trayectoria, desde los movimientos sociales y de la defensa de los derechos humanos.
Su dignidad estuvo firme y a prueba de cárcel, amenazas y atentados contra su vida.
Sobreviviente de la década de los 80, donde estuvo a punto de morir al ser colocada una bomba explosiva en su casa de habitación, la cárcel jamás la hizo detenerse. Aún y cuando este sistema de justicia la condenó el 25 de marzo de 2015 a 16 meses de prisión, luego de una querella interpuesta por Juan Carlos Reyes, director de la Fundación para el Desarrollo de la Vivienda Social Urbana y Rural (FUNDEVI), luego que Lanza y el Movimiento de Mujeres “Visitación Padilla” atendiera una denuncia de acoso sexual y laboral contra Lesbia Pacheco, en aquel momento empleada de FUNDEVI.
Gladys denunció públicamente este hecho. Por esta y otras acciones de acompañamiento a Pacheco, fue condenada.
Con respecto a la criminalización, Gladys Lanza fue firme en su decisión de ir a la cárcel que pagar una conmuta que la librara del proceso en su contra “pagar sería reconocer que cometí un delito”, expresaba.
Y murió condenada judicialmente, pero absuelta por la historia.
Sólo su muerte, a los 74 años puso punto final al proceso penal en su contra y que fuera sobreseída de esta causa. Sin embrago esto pasó ocho meses después de su fallecimiento, en mayo de este año.
Actualmente, Lesbia Pacheco, fue también condenada el pasado mes de agosto, por una querella que también lideró Juan Carlos Reyes, su ex jefe.
Gladys y “Choncita”
En horas de la tarde de este miércoles, se presentó el libro “La Maestra Choncita”, escrito por María Eugenia Ramos bajo el sello de la Editorial Guaymuras. El libro es una narrativa infantil en la que destaca la vida de la maestra, periodista y feminista Visitación Padilla, nombre que lleva la organización defensora de las mujeres con mas de 30 años de vida orgánica en el país.
La presentación fue hecha en la sede de “Las Chonas”, con la asistencia de compañeras de Gladys en la organización encabezada por la hoy coordinadora nacional Merly Eguigure.
“La maestra Choncita” estará en mil 80 bibliotecas públicas a nivel nacional, con el objetivo de fomentar la lectura en niños y niñas.
Hoy el encuentro de Visitación Padilla y su máxima heredera en el pensamiento, es una realidad plasmada en el «árbol de las ancestras» ubicado en la sede de la organización de mujeres y en el actuar de las compañeras que Gladys lideró y que Visitación Padilla plasmó.
La absolución de la condena, el homenaje y los encuentros para el recuerdo, hoy se realizan en su ausencia física. Pero su sonrisa, su planteamiento político, su conducta como lideresa feminista siempre ronda por la casa chona, por los tribunales de justicia, por las calles, por Honduras.
¡Gracias Gladys!