Tegucigalpa, Honduras (Conexihon).- La tanqueta debajo de la estructura que cubre la entrada peatonal; en ambos lados un grupo de miembros de la policía Nacional y de Escuadrón COBRAS. Esa es la narración de una imagen evidente que tuvo lugar en el campus de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), cuando la represión a una protesta del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU), se trasladó hacia dentro de Ciudad Universitaria este martes.
Por más de tres horas, los uniformados con bombas lacrimógenas reprimieron la toma de uno de los carriles del Boulevard Suyapa en un inicio y luego se apostaron en la entrada peatonal donde continuó el uso excesivo del gas contra la población estudiantil, incluso aquella que era ajena a la protesta.
Lo anterior ocurrió a la vista y paciencia de los guardias de la compañía de seguridad privada que ofrece sus servicios en la máxima casa de estudios, como constató un equipo de procuradores de derechos humanos del Comité por la Libre Expresión (C-Libre), que se desplazó al lugar.
Un estudiante que estaba en la protesta, fue golpeado por una bomba lacrimógena en la parte derecha de su cabeza, ocasionándole una herida por lo que fue auxiliado por sus compañeros y compañeras.
La acción de las y los estudiantes, que inició aproximadamente a la una de la tarde de este día responde a la decisión del Consejo Universitario de la UNAH este fin de semana, de prorrogar el periodo de quienes integran la Junta de Dirección Universitaria (JDU) por 60 días.
“implica un inconveniente para que en septiembre próximo este Órgano elija nuevas autoridades, que actualmente rectora -por segunda vez- Julieta Castellanos, según publicó el MEU en las redes sociales.
Los hechos de represión contra el estudiantado en protesta de la UNAH, suman a la misma acción emprendida la semana anterior contra jóvenes de educación media a inmediaciones de Casa Presidencial, misma que dejó cinco detenidos y detenidas.