Por: Galel Cárdenas
El grupo Coquimbo, la Unión de Escritores y Artistas de Honduras (UEAH) y el Comité por la Libertad de los Presos Políticos en Honduras, instan al pueblo Hondureño a solidarizarse con los compañeros que en las jornadas de lucha contra la dictadura han sido tomados prisioneros y judicializados sin ninguna prueba de los delitos de los cuales se les acusa de manera injusta,
La veintena de presos políticos junto a una compañera han sido sometidos a un cautiverio injusto e inhumano, permaneciendo en grosera sumisión en cuatro cárceles de máxima autoridad, en donde el hacinamiento es el entorno de condiciones infrahumanas de existencia, donde el agua potable, la salud pública y la alimentación inadecuada es casi ilusoria.
La dictadura ha impuesto jueces prevaricados que tienen como mandato tratar indigna e injustamente —tendiente a la condena penitenciaria— a los ciudadanos protestantes que han hecho uso de las prerrogativas constitucionales de la protesta y la insurrección cuando el gobierno es ilegal, ilegítimo y dictatorial.
La dictadura ha obstaculizado todas las formas posibles de defensa, usando el odio político y la superioridad autoritaria de los fiscales acusadores, quienes no poseen pruebas fehacientes sobre los delitos inculpados, con el propósito de hundir en el sufrimiento desmedido a humildes ciudadanos que su única transgresión ha sido salir a las calles públicas a manifestar su inconformidad y cólera votante por el fraude electoral tan descarado y cínico que la dictadura ejecutó el 26 de noviembre de 2017.
El fraude de las elecciones generales del pasado noviembre (2017) por parte del Partido Nacional y de su corifeo mayor JOH, produjeron en la población una reacción de rechazo y combate contra la más descarada manipulación que en la historia del país se ha ejecutado, violando todas las normas posibles, morales, legales, institucionales, por lo cual el pueblo salió a la calle a protestar airadamente, tomándose por ello calles, avenidas, barrios, carreteras, todo lo cual fue embestido furiosamente por el ejército, la policía y los servicios de inteligencia, a la vez que asesinó entre 40 y 60 personas que fueron atacadas a mansalva a bala viva en sus actos políticos.
Finalmente apresaron 21 compañeros manifestantes que fueron perseguidos mediante el mecanismo de acoso y cacería en callejones, casas, patios y calles.
Luego de ser judicializados fueron convertidos en prisioneros de alta peligrosidad por lo que los encerraron en las celdas construidas para reos del crimen organizado, el narco tráfico o asesinos irredentos cuyas personalidades reflejan altas deformaciones psiquiátricas, mismas que necesitan incluso tratamiento médico de mucha capacidad profesional.
A ello habrá que agregar el tratamiento inhumano que reciben estos presos políticos por parte de los guardias penitenciarios que reciben instrucciones de las autoridades carcelarias ligadas a la dictadura por actos de corrupción y criminalidad desmedida.
Ante tal atrocidad jurídica y policial se ha organizado el Comité por la Libertad de los Presos Políticos de Honduras constituido por organizaciones sociales y de Derechos Humanos, a fin de crear un movimiento social capaz de obligar al gobierno dictatorial de JOH a liberar a los ciudadanos honestos que defienden sus derechos constitucionales ante la más horrenda tiranía que se haya implantado en Honduras en todos los tiempos, superando al gobierno sangriento de Tiburcio Carías Andino, en aquella época despótica sostenida por las compañías bananeras, y en esta presente, impulsada directamente por el Departamento de Estado del imperio más grande que se ha producido entre el siglo XX y XXI, el imperio norteamericano.