Tegucigalpa, Honduras (Conexihon).- La falta de un protocolo integral de atención para sobrevivientes de violencia sexual por parte de la Secretaria de Salud de Honduras ha impactado en el aumento de los embarazos de forma precoz.
En los últimos años, el incremento de adolescentes embarazadas en Honduras fue de 2.5%, lo que representa, según la última Encuesta Nacional de Demografía y Salud (Endesa), unas 120,000 adolescentes hondureñas embarazadas que oscilan entre 15 y 18 años de edad.
Solo en el año 2018 se registraron 26,823 partos en niñas y adolescentes en edades entre los 10 y 19 años, esta cifra se traduce en un promedio de al menos 73 partos por día.
De esta cifra, 770 casos corresponden a niñas de entre los 10 y 14 años, estos embarazos en su mayoría son consecuencia directa de una violación sexual, además estas cifras excluyen a las que no accedieron a los servicios de salud pública y dieron a luz con ayuda de comadronas o parteras al interior del país o solas.
Dibujos en la capital del país con la frase «niñas madres = niñas violadas».
“Esto es una clara evidencia del Estado fallido donde no hay una educación sexual que prevenga las violaciones y los embarazos, es preocupante que tienen 10 años, la mayor problemática es quien está cometiendo estos delitos son adultos, y la Secretaria de Salud no tiene un protocolo institucional para que el medico atienda a las sobrevivientes de la violencia sexual”, denunció Ana Falope, psicóloga de la organización Acción Joven Honduras.
Niegan el acceso a la información
La profesional de la salud agregó que la Secretaria de Salud eliminó todos los programas de atención hacia las adolescentes y se han quedado solo con el Plan Multisectorial de Prevención de Embarazos que lleva la Primera Dama, “este plan tiene problemas que dicta con un enfoque de abstinencia, negando la información necesaria para la prevención, cuidado, higiene de los cuerpos, conocer sobre las formas de acoso y como prevenir la violencia sexual”.
Hace diez años se prohibió por medio de un acuerdo ministerial la Pastilla Anticonceptiva de Emergencia (PAE) y con esta píldora las victimas podían antes prevenir un embarazo producto de una violación.
“Las estadísticas dicen que alrededor del 95 por ciento de las denuncias que se hacen sobre violaciones quedan en impunidad y si nos preocupamos por las altas cifras de denuncias, nos damos cuentas que solo son un pequeños grupo de las verdaderas realidades, porque no todas denuncian y algunas quedan como secretos dentro de la familia y las niñas cargan con esta situación toda la vida por que no se pueden negar las alteraciones a nivel psicológicos, emocional y físicos que sufren las personas sobrevivientes y una de las preocupaciones es que puede estar embarazada o que puede estar infectada de VIH”, lamentó Falope.
Finalmente, el hecho de que no exista una Ley Integral de Educación en Sexualidad es una de las mayores causas de las altas tasas de embarazo en menores, el Estado tampoco cuenta con un protocolo integral de atención para sobrevivientes de violencia sexual en el sistema de salud.