martes, enero 14, 2025
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Candidaturas electoreras a lo catracho

Por Carlos Méndez

A la hora de ganar clientela electoral, la politiquería catracha se atreve a decir o hacer cualquier disparate. Todo sea por llegar al poder de la res pública con sus colores y formatos diferentes: alcaldías, Congreso Nacional y por supuesto, el premio mayor: la presidencia de la República.

La política y la politiquería son dos conceptos abismalmente diferentes, pero a los mercachifles de votos no les interesa ni un ayote saber lo que es o podría ser una ciudadanía electora con una que es electorera.  Eso no tiene importancia. De allí que les vale un carajo, porque no es su oficio, establecer la superficialidad o sustancia de aquellos conceptos.  Esta es la razón, por la cual, no reparan, ni sienten la necesidad de tener respeto por la ciudadanía al hablar o actuar como lo hacen en este contexto y coyuntura, a la hora en que promueven sus apariencias. Escogen el camino retorcido de la manipulación carraspeando con sus galillos, insultos e irrespeto por el otro u otras, como su técnica “bendecida”. Se avientan al molote, de panza, ya que son “más rápidos que la inteligencia” porque están convencidos que este pueblo es tonto a morir y pueden usar cualquier medio de divulgación para decir o actuar cómo les parezca bien a sus molleras pre históricas.

A las pruebas hay que remitirse:

¿Qué significa en el diccionario moral de un candidato o candidatos empolvados y narcisistas que nunca fueron de un partido político determinado y que se pegan como garrapatas indecentes para jurar “¿Por Dios y mi madre”, que liberarán a los pobres hibuerenses de tanta miseria y pobreza? Y, además, con el salivazo pedante de que, si no los hacen presidente, ellos no pierden nada porque ya tienen mucho “biyuyo”, sino que el pobre pueblo, pobre. Es decir, toda su clientela votante. En este afán, y desde diversos medios tratan de manipular emociones y sentimientos, para sembrar dudas, incertidumbre, y peor aún, ira, odio y rencor, con estribillos adocenados de conductas provincianas.

En la faena de manipular al millón de votantes que dicen tener, son capaces de ir a los basureros públicos para regalar juguetes a los niños pobres rebuscadores de cosas en las montañas de los desechos de grandes ciudades como Tegucigalpa.   ¿A ver, por qué y para qué? ¿para extraer y aflorar qué sentimientos lastimeros patriarcales y protectoras que la mayoría pobre y adulta, lleva en el subconsciente colectivo? ¿o qué?

O; ¿qué nos quiere manipular el Chilindrin que descubre que en un hospital no hay algodón quirúrgico por ineficiencia administrativa o lo que sea, y se aboca a los pabellones de enfermos con un montón de cajas de algodón, para dejar mal parada a la administración de dicho centro de salud y resulta que lo que lleva son algodones para que las damitas se despinten sus uñas, pero que no sirven de nada como insumo quirúrgico hospitalario.

Háganos el favor de decirnos: ¿Qué objetivo o emociones trata de explotar alguien, que, enfermo de misoginia e ideológicamente amoroso de Pinochet y loqueras de Donald Trump o Milei, ataca virulentamente a su posible contrincante de tener relaciones íntimas con el Patriarca mayor del Partido contrario?

¿Y por qué, la necesidad de llamar “pencos y chabacanes” a los otros? ¡cuando en vez de eso, deberían hacer un llamado de atención respetuosa para que algunas candidaturas renuncien de inmediato y ya!, a sus cargos públicos porque, aunque no haya obstáculo jurídico alguno para candidatearse, no es ético ni moral, ¡mantenerse al mismo tiempo como funcionarios gubernamentales!

Estrenamos, pues, 2025, con la continuidad de una hedionda forma de politiquear sin pudor alguno, y que asusta hasta el propio papable, su Reverendísima O. Rodríguez.

Maquillan este marketing politiquero, los ricos millonarios de las grandes corporaciones mediáticas con altos intereses por Xs candidaturas de cualquier tipo y color por lo que no reparan en ningún escrúpulo para preparar con preguntas y escenarios inducidos de cualquier reportero de calle o con mayor y aparente fineza, a presentadores de foros, y “frentes a frentes” radio televisados para que los interesados en llegar al poder, expulsen, desde dichos altoparlantes, cualquier cosa. Y aquí por supuesto nunca renuncian al uso de las tecnologías digitales; háblese de Facebook, Instagram, twitter etc., en un océano de más de 7 millones de líneas móviles, o celulares en acción, registrados por CONATEL actualmente. Estamos obligados a dar referencia en esta parte singular tecnológica, de una población que usa celulares, hasta en el caserío más escondido de Honduras y donde también “un gentillal de gente” como acostumbra decir el periodista Félix Molina, podría, si se pone viva y creativa, jugar un rol importante en esta jerga electorera y que el sicariato mediático de la politiquería del patio no desconoce.

Esta población digitalmente activa como en otros países, ha demostrado que en tiempos de elecciones también juegan un rol importante, usando a veces técnicas para nada despreciables en donde recurre a la técnica o uso del buen humor y la risa, con cierta seriedad.  

En nuestro país ya se ha explorado lo anterior y esta campaña que está en marcha desde hace rato y que está más ardiente y agria ahora y después de las elecciones primarias, no podría ser la excepción.

Entonces aparecen los memeros con textos y caricaturas punzantes; precoces, para “puyar al macho” con vara corta, como diciendo: “reíte de nosotros ¡a ver cómo nos va”!, tratando de advertir con ello, que la comunicación popular masiva puede hacer ensayos de comunicación alternativa y de paso, sin “querer queriendo”, hacer justicia democrática en el uso de los medios electrónicos de difusión.

Aquí una muestra mediática micro brevísima de cómo la gente se ríe y goza de la politiquería y sus politiqueros hondureñitos actuales:

De Facebook, éstos en mayúsculas: ¿DÓNDE PASARÁ NAVIDAD Y AÑO NUEVO ARTURITO CORRALES? O ESTE:  QUIERO MANDARLE TAMALES A EVAL DÍAZ EN NICARAGUA, PERO ¡NO SÉ EN QUÉ CIUDAD Y BARRIO VIVE!

De prisa y sin hacerle mucho caso leemos esta inscripción, pensado a manera de inscripción en una tumba: AQUÍ YACE NUESTRO QUERIDO SALVADOR, BIEN PRUDENTE, QUIEN A LOS  100 AÑOS SOÑÓ SER NUESTRO PRESIDENTE.

Para finalizar, debemos recordarle un acontecimiento de relevancia en este puje y empuje por ganar clientela electoral: En la primera quincena de diciembre pasado, el Congreso Nacional, agotado de tanto trabajo, aprobó por unanimidad, una ley de Debates Presidenciales que ha sido vista con buenos ojos por la ciudadanía (ojalá que, aun con tan agotadora chamba de legislar, nos regalaran una ley que prohíba a alcaldes y diputados que padecen el  síndrome “Quintín Soriano”, para prohibirles que se reelijan “in” perpetuum o eternamente, pues).

La ley sobre Debates presidenciales, tiene como objetivo, “regular la organización, moderación y transmisión de debates electorales televisados para los candidatos a la Presidencia de la República, con el fin de fomentar la transparencia, la participación ciudadana y el acceso equitativo a la información”. Y aquí es donde “la mula podría botar a Genaro” para quienes, en campaña se comportan, en este momento, de forma ordinaria y vulgar. En el próximo debate presidencial algunos personajes “bien asesorados” continuarán su esquema de fango o “trumpetadas”, porque creen que tienen un rebaño gigantesco disvaríado que les idolatra. Otro podría correrse y excusarse de no asistir como lo hizo un precandidato presidencial nacionalista en 2021, ante una invitación a debatir a la par de otras candidaturas partidarias. Pero bueno; con Debates Presidenciales o no, dudamos que la politiquería se salga del libreto actual: continuará su modo “in” turbulento aunque ofreciendo el cielo pero  con insultos, metiendo cizaña y miedo a su clientela electoral. Por eso, antes que el diablo nos haga una broma de mal gusto en todo el país, no está demás, extenderle un abrazo fraterno y desearle a usted y familia, un saludable como exitoso 2025. Vale.

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