Tegucigalpa, Honduras (CONEXIHON); En total, entre 2023 y 2024 el sistema de alertas de C-Libre documentó 17 casos de violencia contra las periodistas, siendo el departamento de Francisco Morazán en donde se identificó el 47.06% de los ataques, que van desde censura, procesos legales, restricción de información y violencia, siendo esta categoría la más peligrosa y la última en la escalada de violación a la libre expresión, pero no la más común. En su más reciente informe llamado “Mujeres Periodistas y Salas de Redacción” La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Comisión IDH) y su Relatoría para la Libre Expresión reveló que las salas de redacción se prestan en América Latina para exponer a las periodistas a acoso laboral y sexual incluso 77% de las periodistas en tres países aseguraron haber escuchado comentarios inapropiados contra ellas o sus compañeras incluso por parte de sus propios jefes y compañeros una dinámica que se extiende por la mayor parte del continente.
Según la base de datos del Comité por la Libre Expresión (C-Libre), los agresores de las periodistas en iguales proporciones son tanto funcionarios como extraños, de hecho, el 35.2 % de las amenazas o intimidación vienen de los altos mandos de las Secretarías o instituciones a las que las periodistas dan cobertura diaria, por extraño que parezca las periodistas prefieren tomar medidas de protección en zonas que visitan regularmente. Algo que no es correcto pero común, para la especialista en violencia de género y coordinadora del Movimiento Mujeres por la Paz Visitacion Padilla, Merly Eguigure, afirma que estos patrones de agresiones no serán limitados por una profesión u otra, lo único que variaría es la localidad en donde se exhiba a las mujeres.
“La violencia contra las mujeres se manifiesta igual en el ejercicio de cualquier profesión, entonces las peristas sufren los mismos tipos de violencia y a veces unos se exacerban más dependiendo del campo, por ejemplo las que hace periodismo para t.v tienen que tener determinados atributos colocan muchachas jóvenes que tenga medidas para generar audiencia que por supuesto implica ingresos, la violencia es violencia de donde se trate solo se tiene que ser mujer para estar en la línea de fuego”.
Victoria, nombre que usaremos para contar el testimonio de una joven periodista, asegura que sabia desde un inicio que trabar en uno de los canales de T.V con transmisión a nivel nacional, sería un reto, pero jamás imagino el suplicio que eso significaría a de manera personal.
Victoria: “Me contrataron para un noticiario, la verdad si me sentía comprometida y emocionada, tenía experiencia en otro canal de t.v pero no con el grado de alcance que el nuevo trabajo, al llegar enfrenté lo de costumbre: la presión y estrés de las noticias diarias, algo que en medios de comunicación es muy común aunque dañino, recuerdo que varias veces vi conflicto de mi jefe (Director del noticiario) pero era con otras compañeras y yo no entendía nada, los demás hacían como si nada pasaba aun y cuando en varios enfrentamientos había gritos, los rumores decían que el jefe llegaba tomado, pero yo era nueva y lo menos que quería era problemas. Un día llegue tarde a la sala de redacción, mientras revisaba mi trabajo se alteró mucho por discrepancia en el enfoque de la noticia, nunca esperé que reaccionará con gritos e incluso intento de golpes, me asusté me paré de mi escritorio, siendo honesta a la espera que todo fuera peor, allí comprobé que en efecto llegaba tomado a trabajar. Terminé mi asignación y me fui a mi casa sumamente alterada, sin saber que iba a pasar, como de costumbre iba a revisar mi nota, pero por sorpresa no la pusieron en las noticias, la sustituyeron por un tema de menos importancia. al día siguiente llegué decidida a denunciar lo sucedido ante la jefa de recursos humanos, pero todo el mundo sabía, me llamaron a recursos humanos, para mi sorpresa fui despedida bajo el total conocimiento por parte de los jefes del canal que no era mi culpa, ahora no solo no quiero regresar a vivir ese suplicio se me ha hecho difícil encontrar otra oportunidad”.
Desde el sur la periodista Karen Sauceda nos relata como es su día a día: “ definitivamente como mujer periodista no es fácil enfrentarse a la realidad, no vamos a decir que no nos ha tocado vivir situaciones difíciles pero esto es parte de forjar carácter y seguir adelante, en esta carrera se nos ve como objeto y no como nos vemos como mujeres emprendedoras, empoderadas, en ocasiones nos ha tocado valernos de nuestra fuerza porque nos quieren ver de menos piensan que porque somos mujeres no sabemos de un tema en ocasiones incluso ha habido amenazas”.
Como profesional Sauceda sabe muy bien de lo que habla, en julio de 2023 enfrentó amenazas por parte del también periodista y ahora funcionario del Instituto Hondureño de transporte terrestre Jairo López amenazó a los periodistas que denunciaron actos de irregularidad en el proceso de entrega de permios a migrantes que entraron por la frontera del sur.
Aunque Sauceda se mantuvo en su posición de denuncia esta actitud no es la generalidad, la auto censura en las periodistas sobre todo en entornos digitales, esto para evitar ser más expuestas por su forma de pensar.
La CIDH concluye su informe “Mujeres Periodistas y Salas de Redacción” pidiendo a los medios de comunicación tener una mirada interna, escuchando sus denuncias con imparcialidad y enfoque de género porque “la violencia se elimina desde casa”.
