Parte 1
Tegucigalpa, Honduras (Conexihon).- En el trabajo periodístico las mujeres afrontan diversos contextos violentos las agresiones físicas, obstrucción informativa, difusión de información íntima, difamación, intimidación, censura, amenazas, y el acoso sexual.
En Honduras, se obstaculiza la libertad de expresión en diferentes contextos y el Comité por la Libre Expresión (C-LIBRE) contabilizó en el año 2018, más de 15 agresiones en contra de mujeres periodistas.
Según el Ministerio Publico 24 denuncias han interpuesto las periodistas por ejercer su labor.
En impunidad el asesinato de tres periodistas asesinadas
En el 2005 Fany Jackeline Benítez locutora de Radio Satelite de San Pedro Sula conocida como “La Princesita de la Radio” fue asesinada por un golpe en el cráneo aún se desconoce con que se le golpeó y al responsable del crimen.
En el año 2011 Luz Marina Paz periodista de Cadena Hondureña de Noticias (CHN) fue asesinada en Francisco Morazán con arma de Fuego.
Un año después en el 2012, Saira Fabiola Almendares Borjas, aun estudiante de Periodismo en el departamento de Cortés, asesinada con arma de fuego, los tres casos de asesinatos contra mujeres periodistas siguen en impunidad.
Periodistas exigen al Ministerio Público no más impunidad en los asesinatos
Según la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) “los Estados deben adoptar medidas de protección en casos específicos en los que determinadas mujeres periodistas corren un riesgo especial de ser víctimas de violencia, tomando en consideración las distintas formas de discriminación por otros motivos conexos como su raza, etnia, edad u orientación sexual, entre otros”.
Obstrucción informativa por usar vestido
El caso de la periodista Nincy Perdomo que evidenció el 25 de octubre de 2018 obstrucción informativa por su vestimenta, y escribió en su cuenta de Twitter “Como cuando la seguridad del @Congreso_HND decide que porque sos mujer y usás un vestido a la rodilla (que ya antes habías usado en el Congreso Nacional) se te puede suspender tu derecho a informar al no dejarte entrar a sesión. #libertaddeexpresión #DerechoAInformar”.
Perdomo explicó “una vez anterior no me habían dejado entrar pero no me dijeron que había sido por mi vestimenta y esta vez sí me lo afirmaron, yo estoy debidamente acreditada en el Congreso tengo mi carnet y aun así no me dejaron entrar, me dijeron los policías: <manda a decir mi capitán que no puede entrar por su vestido>, en varias ocasiones en el poder legislativo, me han dicho cosas sobre mi vestimenta”.
Periodista Nincy Perdomo
El 6 de junio también fue víctima de agresión física por parte de fuerzas de seguridad del Estado que le lanzaron un chorro fuerte agua desde una tanqueta, mientras ella tomaba fotografías en una manifestación, afortunadamente no se arruino el equipo de trabajo puesto que ella lo cubrió con su cuerpo.
La periodista indicó que hay riesgos que las mujeres corren y los hombres por lo general no, la más común son las agresiones sexuales realizadas por las fuentes informativas y colegas, esto se debe al ambiente de un sistema que normaliza el acoso, llegando hasta a otros niveles de comentarios misóginos y filtración de contenido íntimo por lo cual son despedidas de sus trabajos.
El acoso, una realidad que las mujeres periodistas deben afrontar
Con al menos 22 años de experiencia esta periodista pidió que su nombre no fuera revelado, relató que muchas veces cuando se está en el trabajo de campo y se intenta abordar una entrevista con funcionarios públicos del gobierno ellos te insinúan cosas y “confunden el interés de conseguir la información con otra cosa”.
“Piensan que uno anda buscando otra cosa cuando lo que realmente nos interesa es alguna información determinada, porqué al final es el trabajo de una periodista afrontar el acoso” explicó.
Cabe destacar que la persona que brindo estas palabras fue víctima de acoso sexual consecuencia de la filtración de un video íntimo por su compañero de trabajo, él siguió conservando su empleo, ella tuvo que renunciar.
Difusión de información personal o intima sin consentimiento
“Hacer renunciar a las presentadoras después de la divulgación de videos íntimos es la doble moral del medio de comunicación porque se colocan en un sitio de juzgar a las mujeres como si fueran sacerdotes cuando ellos mismos promueven los estereotipos sexuales de ellas, también esto raya la parte privada de las personas y el ejercicio de tus derechos y de la sexualidad” subrayó, la representante del movimiento Visitación Padilla, Cristina Alvarado.
Además Alvarado agregó que estas prácticas sexistas son la expresión de un machismo tremendo que cuestiona a las mujeres y no a los hombres por el comportamiento de sus empleados que hacen videos íntimos para las redes sociales pero a los hombres no los cuestiona más bien los engrandecen por mostrar que son machos.
De igual forma, indicó que si una mujer ejerce libremente su sexualidad se les reprime y se les establecen reglas incluso pierdan su trabajo cuando muchas veces desde los medios de comunicación se promueven los estereotipos sexuales de las mujeres.
“El periodista me acosaba terriblemente”
La periodista Elsa Oseguera publicó en su canal de You Tube un video titulado «El Confesionario: fotos para hacerse famoso», dura aproximadamente 20 minutos y relata lo que sufrió cuando un compañero periodista de su trabajo la acosaba mucho a tal grado de robar su celular personal y publicó las fotos intimas de la comunicadora.
En otro video narra que fue una “época muy oscura y fea” a tal grado que estuvo a punto de suicidarse por los chismes y las críticas, “a pesar que solo tenía 22 años y no sabía cómo actuar, estaba sola no tenía familia ni amigos”, lamentó.
Oseguera, que sufrió dos veces en la misma situación, la difusión de su información personal e íntima sin consentimiento, expresa que “es como a una mujer que violan y que la vuelvan a violar, es como a una mujer que la golpean y que venga otro y la venga a golpear”.
Cabe destacar que esta vez decidió no dejar pasar la agresión y demandó a la persona que divulgo sus videos y fotos íntimos sin el consentimiento de ella, por lo cual incita a las mujeres a que no se dejen y denuncien, sin embargo muchas periodistas callan.
Una periodista de la zona sur, que prefirió reservar su nombre, explicó a Conexihon que interpuso una denuncia contra otro colega por divulgar fotografías íntimas. El caso después de cuatro años no tuvo ningún avance en el Ministerio Público, pero para ella significó la perdida de su credibilidad como presentadora de noticias y el despido de su empleo.