- En 2017, el Presupuesto General de la República destinó 14 mil millones de lempiras para gastos de las secretarías de Defensa y Seguridad, o aumentó en mil millones comparado con 2016, aún así, en los últimos 6 años el país ha estado incluido entre Los más violentos del mundo
- La violencia entre los factores primarios que espanta la inversión extranjera, el informe «Doing Business 2016» (Haciendo negocios 2016) del Banco Mundial, ubica a Honduras entre las 80 naciones con peor clima de inversión en el mundo, ubicado en el puesto 110 de 189 países.
Tegucigalpa, Honduras.Conexihon.hn.- Desde que asumió el poder, Juan Orlando Hernández militarizó el país. Desde 2014, Hernández lanzó más de cuatro mil militares a las calles para apoyar a la Policía Nacional en la lucha contra el crimen organizado y la delincuencia común. ¿El argumento ?: Combatir la criminalidad.
Tres años después, la realidad indica que la medida es «insuficiente e ineficaz», según el director ejecutivo de Casa Alianza Honduras, José Guadalupe Ruelas. Y analiza, «el gobierno insiste y nos quiere convencer que la violencia se ha reducido y para eso lleva dos años manipulando cifras a través de la Secretaría de Seguridad».
Ruelas agrega que «la militarización de la seguridad resulta sumamente cara, ineficiente e ineficaz y es la población, que con sus escasos recursos, incluso con su vida, paga los costos de esa fracasada estrategia».
El director de Casa Alianza llama al primer mandatario de la nación para hacer un uso responsable de datos y estadísticas, «para orientar mejor las decisiones en seguridad y abrir oportunidades para la educación, la protección y la salud integral de la niñez y la juventud hondureña »
Además, lamenta que en el país la tasa de homicidios es de 56.74 por cada 100 mil habitantes, seis veces mayor al promedio establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es de nueve por cada 100 mil habitantes.
Causa más pobreza
La estrategia de seguridad de Hernández ha impobrecido al país. «A fin de obtener recursos para combatir la violencia, el gobierno actual aplicó un impuesto de 10 centavos de dólar por cada transacción bancaria que usted realiza (Tasa de Seguridad). Es así que cada año recauda más de 600 millones de dólares (unos 3 mil 500 millones de lempiras), de los cuales no rinde cuentas «, enfatiza Ruelas.
Al respecto, el coordinador de Seguridad Ciudadana del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Ciprodeh), Carlos Sierra, ha dicho que en lugar de fomentar mayor seguridad, «el gobierno está vendiendo una falsa imagen del trabajo que realizan los militares dentro de la ciudadanía, aunque los medios tradicionales indiquen que se está combatiendo el crimen con incesantes operaciones conjuntas, esta saturación no está funcionando, ya que de manera tangible la inseguridad es real «.
Según Sierra, la ciudadanía sigue indefensa. «Aunque las personas observan los militares asediando los barrios y colonias, aún se sienten desprotegidos, porque los operativos duran dos o tres días y luego se marchan, y allí es cuando los problemas vuelven: los vecinos tienen problemas, al dueño de la pulpería o al conductor de autobús lo vuelven a extorsionar «.
¿Magia o realidad?
Desde 2014 hasta la fecha, el Poder Ejecutivo ha destinado 43 mil millones de lempiras a las secretarías de Defensa y Seguridad, y según cifras del Sistema Estadístico Policial en Línea (Sepol), la tasa de homicidios se redujo en 27.8 puntos durante estos 6 años , esto porque en 2011 esa tasa fue de 86.5 por cada 100 mil habitantes, mientras que 2016 cerró en 58.7.
Sierra interpreta esas cifras: «el presidente de manera atrevida dice que la tasa de homicidios se redujo en casi 30 puntos en cuestión de poco tiempo, ¡este puede ser objeto de estudio en el mundo! ¿Cómo un país tan empobrecido y violento como Honduras puede reducir tan rápido una gran cantidad de puntos? «, Ironizó.
El experto en seguridad ciudadana critica que el gobierno no detalla el costo de cada maniobra militar ejecutada: «Los portavoces del presidente se escudan en los decretos de secretividad, pero cada vez hay una operación donde intervienen las Fuerzas Armadas, es la Secretaría de Seguridad quien debe transferir fondos para los gastos de alimentación, combustible, equipamiento y en casos hasta el pago de salario «.
A su vez, recomienda al gobierno que en lugar de seguir invirtiendo en militarización, «fomente una verdadera Policía: que esté capacitado y entienda su rol como órgano de seguridad pública, también, debería existir una visión de convivencia, un policía debería ser un funcionario con la experiencia y herramientas necesarias para combatir el crimen y garantizar la seguridad de los ciudadanos «.