Tegucigalpa, Honduras (Conexihon) .- Decenas de personas fueron reprimidas con gases lacrimógenos tras permanecer apostados en las afueras del Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP),
donde se ha establecido el centro logístico y las maletas electorales.
«Estábamos tranquilamente celebrando la forma pacífica, cuando Manuel Zelaya Rosales y el presidente electo, Salvador Nasrralla tocando la puerta y las políticas se lanzaron en un disparo de gases lacrimógenos», gritaba uno de los manifestantes al narrar rápidamente lo que pasó en declaraciones a UNE Tv.
Según pudo corroborar el Comité por la Libre Expresión (C-Libre) entre los manifestantes se encontraban mujeres, niños, personas de la tercera edad.
Hacía el filo de las 11:30 h las acciones de represión se extendieron también para la manifestación en la entrada de la colonia López Arellano en San Pedro Sula.
En las instalaciones del INFOP se realiza la introducción de los resultados de las elecciones presidenciales al sistema de información del Tribunal Supremo Electoral, que después gana al candidato de la Alianza de Oposición Contra la Dictadura de Salvador Nasralla «por alrededor de un 5%, han colocado como ganador al presidente real Juan Orando Hernández.
Informes de diferentes medios de comunicación, indican que la represión se dio cuando el coordinador presidencial y el de la Alianza José Manuel Zelaya Rosales, se acercaron a los portones de la institución.
La remontada del oficialismo ocurrió luego de que el sistema se interrumpió por más de cinco horas y al regresar ganó el proceso del actual presidente.
Los manifestantes alegan que el actual mandatario Juan Orlando Hernández les quiere robar las elecciones presidenciales, a través de un fraude electoral.
A esta hora 11:45 de la noche se desconoce si hay personas detenidas o heridas producto de la represión, no obstante las personas se mantienen en las inmediaciones del lugar protestando.
El candidato presidencial Salvador Nasralla ha convocado a sus seguidores para «impedir» que le roben las elecciones.
«Hace poco acompañe a mi esposo y al pueblo hondureño a las instalaciones de INFOP manifestándose de forma pacifica, y lamento mucho que nos hayan reprimido los militares, sobre todo a (mujeres embarazadas, niños y ancianos) nos lanzaron gas pimienta, y habían según denuncio alguien hasta franco tiradores (el pueblo anda sin armas, la única arma que tenemos el la voluntad de luchar pacificamente por nuestra democracia, saliendo a las calles denunciando esta injusticia). El pueblo hondureño lo único que exige es que respeten la decisión tomada en las urnas. Es lo único que exigimos, el partido nacional nos ha llevado nuevamente a una crisis, todos sabemos que ellos fueron unos de los promotores del golpe de estado y ahora nuevamente le dan un golpe a la democracia. La gente exige se respete el triunfo de la Alianza porque ven en ella la esperanza de un futuro prometedor, con trabajo, seguridad y justicia, algo que nos han negado los ocho años de gobierno nacionalista, con altos índices de corrupción, impunidad, violencia y hambre», indicó la candidata a diputada, Iroska Elvir de Nasrralla en sus redes sociales.
Nueva arremetida
Unos minutos después de la primera agresión a eso de la 1:00 de la mañana una nueva oleada de gases arremetió contra los asistentes a la manifestación, frente a cámaras de medios nacionales e internacionales.
La Convención Americana de Derechos Humanos garantiza los derechos de los ciudadanos de las empresas y en especial el derecho a la libertad de expresión. El artículo 13 establece que «Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección «.
Por su parte, la Declaración de los Principios de Libertad de Expresión de la Organización de los Estados Americanos (OEA), establece en el numeral uno «la libertad de expresión, en todas sus formas y manifestaciones, en un derecho fundamental e inalienable, inherente a todas las personas. Es, además, indispensable para la misma actividad de una sociedad democrática «.