Tegucigalpa, Honduras (Conexihon).- Una «matria herida», las muertes violentan no pararon y la conformación de un próximo Congreso Nacional con menos mujeres. Así denunció este martes la Coordinadora
Nacional del Movimiento de Mujeres por la Paz “Visitación Padilla”, Merly Eguigure, el contexto de los derechos de las hondureñas antes, durante y después del proceso electoral del 26 de noviembre.
Al terminar una conferencia de prensa que ofreció esta mañana la Mesa Nacional de Derechos Humanos de la Coalición contra la Impunidad, www.conexihon.hn conversó con Eguigure, quien dio a conocer cómo defensora, su opinión sobre los últimos acontecimientos contra la ciudadanía, en espacial contra las mujeres.
“Hemos visto y vivido como una herida en el corazón de la matria, las mujeres somos las que sostenemos este país, su economía y en la medida que se agrede, se asesina a una mujer, se hiere esta patria, esta matria”.
Para la Coordinadora Nacional de Las Chonas”, organización con más de 30 años de trabajo en el país, actualmente el Estado de Derecho y la democracia “están en el cesto de la basura”.
Cifras en poder del Movimiento de Mujeres por la Paz «Visitación Padilla», hasta la fecha contabilizan 329 femicidios. Esto de acuerdo al monitoreo hecho a dos medios de comunicación, hecho desde la organización de mujeres.
Pese a estas barreras propiciadas por este retroceso en los derechos humanos de las mujeres, han tomado un papel principal en todo el país, dirigiendo, coordinando, apoyando, luchando en todas las trincheras donde deben estar.
Dueños de partidos y el TSE, confabulados para que mujeres sean menos electas
Una confabulación entre quienes dirigen los Partidos Políticos en el país y el propio Tribunal Supremo Electoral (TSE), permite que las mujeres resulten menos electas en cargos de elección popular y se limiten los derechos de todas en general, aseguró Merly Eguigure.
El Observatorio Político de las Mujeres, espacio creado por diferentes coaliciones y organizaciones feministas y de los derechos de la mujer, ha recibido denuncias de violaciones a sus derechos, no sólo durante al proceso electoral, sino previo al mismo, al haber sido eliminadas, maltratadas desde su espacio político-partidario.
Prevalece una cultura patriarcal en la participación de los hombres en detrimento de nosotras, sostuvo la defensora.
Previo al proceso electoral, la lideresa feminista relató que recibieron denuncias de militares, cuyos actos mientras se apostaban en retenes era de «acosar a las muchachas que pasaban eran acosadas y manoseadas en detrimento a la libertad personal que tenemos».
Institucionalidad sigue sin escuchar a las mujeres
“Para este Gobierno las mujeres hemos estado invisibles”, dijo Eguigure, al referirse al papel de quienes controlan el poder político.
Tomó como ejemplo el papel del Instituto Nacional de la Mujer (INAM), organismo gubernamental que “ni siquiera se ha pronunciado ante esta ola de represión a las mujeres, ni por esta cantidad de femicidios en el país y su responsabilidad es de velar que aquellas políticas públicas que favorezcan a nosotras estén vigentes, se cumplan en este país”.
En tanto, instituciones estatales como el propio Comisionado Nacional de derechos Humanos (CONADEH) y el Mecanismo Nacional de Protección a Defensores y Defensoras, Periodistas y Comunicadores Sociales, han tenido un papel “irrisorio”, a criterio de la titular del movimiento de Mujeres “Visitación Padilla”.
“Yo, que fui víctima de un sabotaje vehicular, hace unos meses, acudí al mecanismo y lo único que ha hecho hasta la fecha fue darme una referencia de que si me pasaba algo a que número llamar, pero existe lentitud e inoperancia», expresó en referencia a una acción de la que fue objeto el pasado 11 de septiembre, mientras salía de una reunión en un hotel capitalino.
En tanto calificó al CONADEH como un organismo “sordo, ciego y mudo” que no asume su papel de denunciar a quienes violan los derechos humanos desde el poder.
Así se describe un contexto en que la matria sangra, pero mujeres en todo el país asumen su papel para su defensa y a su vez exigiendo en los diferentes espacios políticos y sociales del país, el cumplimiento de Políticas Públicas que les garanticen sus derecho. La lucha se torna diaria para que la institucionalidad les mire de frente.