EL Progreso, Yoro (Conexihon).- Ocho días han transcurrido luego del atraco, pese a los testimonios y videos de las cámaras las autoridades desconocen quiénes son los autores materiales e intelectuales del asalto con violencia al Centro de Atención Progreseño a la Discapacidad (CAPRODI), según autoridades de esta institución.
En narración al Conexihon, Karina flores responsable de incidencia nacional e internacional de esta organización a favor de los Derechos Humanos de las personas con discapacidad en el departamento de Yoro, contó que eran las 8:00 de la mañana del lunes 16 de enero cuando dos hombres entraron al edificio y las tiraron al piso.
Los antisociales, relata Flores que pedían todas las computadoras, los celulares y sobre todo la información de quién es el responsable de la organización. “Colaboramos en todo lo posible con prudencia porque uno de ellos cuando no adquiría las contraseñas de los teléfonos se descontrolaba y agarraba a patadas a una compañera y en medio de toda la crisis, la compañera, empezó a convulsionar”, comentó esta defensora de los Derechos Humanos en Honduras.
De acuerdo con el análisis del Comité por la Libre Expresión, la agresión podría no solo tener motivaciones económicas, sino también una forma de intimidación, que debe ser valorada por las autoridades, esto porque “CAPRODI es una fuente de información en la sociedad de la zona norte del país y tiene alianza con otras organizaciones relacionadas al tema de salud reproductiva e instituciones sociales que realizan proyectos con privados de libertad, temáticas que suelen ser controversiales por algunos sectores en el país”, indicó Amada Ponce, directora de esa organización de derechos humanos.
CAPRODI, tiene presencia en 18 municipios cercanos al Progreso, Yoro. Atienden a unas 2 mil 400 personas las que también resultaron afectadas, pues producto de los daños psicológicos y físicos sufridos en el asalto, el equipo técnico humano se ha visto obligados a suspender temporalmente las terapias y los procesos acompañamiento que se ofrece a los beneficiarios del proyecto.
Todo estaba debidamente planificado, detalló Karen puesto que los asaltantes ejecutaron la acción sin mayor tardanza. “Les bastó 10 minutos para ir por cada rincón de la institución, hicieron todo lo que quisieron. Esta experiencia traumática también la vivió una niña de dos años que recibía una terapia, asaltaron a su mamá que le acompañaba en el proceso, revisaron todas las mochilas de las compañeras y a una de ellas la llevaron para recorrer el edificio, al quedar a solas en uno de los pasillos le decían una y otra vez que era lo que escondía en su cuerpo y sólo era para manosear sus partes íntimas de ahí que esos 10 minutos se convirtieron en una eternidad de tortura y sufrimiento”, sostuvo.
Según información recabada por Conexihon inicialmente los asaltantes actuaban de noche y se llevaban algunas cosas, pero luego se instalaron cámaras de seguridad y fue el año pasado que empezaron a recibir fuertes amenazas a través de videos y fotografías con unas imágenes violentas totalmente sangrientas, otras veces audios totalmente violentos diciendo que si no hacíamos lo que ellos querían nos iba a terminar con todo y familia y que iban a barrer con toda la información esto sucedió en varias oportunidades en el año 2022”.
Preocupados por la seguridad personal y familiar de cada uno de los colaboradores de la institución se apersonaron a las instancias policiales respectivas, pero al momento siguen al margen de todo tipo de seguridad pública en la institución y se carece del autor o autores intelectuales de esta agresión a esta institución pro derechos humanos de las personas con discapacidad.
El lugar de atención a la discapacidad en la ciudad de Progreso, en el departamento de Yoro es una institución que busca la promoción de los derechos de las personas con discapacidad, a través de ejes transversales: salud y rehabilitación, educación inclusiva, incidencia e inserción laboral; para lograr con ello la incorporación plena y visibilizada de todas las personas que conviven con una discapacidad física, intelectual, sensorial o psicosocial.