Tegucigalpa, Honduras (Conexihon).- Tras la noticia de la muerte de la estudiante de enfermería Keyla Martínez en custodia de la Policía Nacional (PN), en la ciudad de Intibuca en el occidente del país, la ciudadanía se autoconvoco a manifestaciones en diferentes departamentos del país exigiendo justicia para la joven. Algunas de estas manifestaciones fueron reprimidas por la misma policía.
La primera represión policial contra la ciudadanía ocurrió un día después en el lugar donde falleció Keyla, es decir en las afueras de la postala policía en donde según los registros del Comité por la Libre Expresión (C-Libre), pobladores, defensores y defensoras de derechos humanos, fueron reprimidos con gases lacrimógenos y hasta con balas de goma.
Dos días después de la muerte de Keyla, nuevamente la PN repitió la represión en contra de un plantón pacifico convocado por la ciudadanía en la ciudad de La Esperanza, Intibucá, en demanda de justicia para la joven a quien según medicina forense fue asfixiada de manera mecánica, lo que significa un homicidio en lugar de suicidio como establecía la versión policial.
Gas, balas y tolete de forma pareja, sin respetar edades ni condiciones
Según manifestantes la policía no respetó que hubiera niños, niñas, mujeres embarazadas y personas de la tercera edad en el lugar. El resultado al menos cuatro personas lesionadas durante las represiones.
Lo mismo ocurrió en la ciudad de Choluteca al sur del país, siempre en demanda por justicia en el asesinato de Keyla, la ciudadanía se movilizo y también denunció ser objeto de vigilancia por parte de la PN, incluso denunciaron que una agente policial tomaba fotografías a varios participantes que se manifestaban en el lugar.
Al respecto, organismos Internacionales como la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), demandaron justicia en el caso de la muerte de Keyla, a la de condenar el uso excesivo uso de la fuerza de agentes policiales contra manifestantes.
Detención de estudiantes que participaban en manifestación pacífica
En Tegucigalpa en la capital del país, también se realizó una manifestación pacífica en exigencia de Keyla a la cual se sumaron estudiantes, representantes de organizaciones de DDHH y población en general.
En dicha manifestación fueron detenidos cinco estudiantes sus nombres son Alex Laguna, Rafael Fonseca, Eduardo Molina, Joel Rojas y Cristofer Flores, los estudiantes fueron llevados a prisión acusados por varios delitos entre ellos lesiones, incendio, manifestación ilícita y daños.
Inicialmente fueron llevados a la Posta Policial conocida como Core 7, al siguiente día fueron trasladados a los juzgados de Letras Penal de Tegucigalpa, donde se realizó la audiencia a las diez de la noche, con la representación del equipo legal de las organizaciones Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos en Honduras (COFADEH) y el Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (CIPRODEH).
Luego de una hora de audiencia fueron liberados y el juez decidió dejarlos en libertad con la medida sustitutiva a la prisión bajo el cuidado de COFADEH, la próxima audiencia será el 24 de febrero del presente año.
Hasta el momento y según la institución policial trece policías vinculados al crimen de Keyla están siendo sometidos a exámenes forenses, después que la autopsia realizada al cadáver de Keyla indicara que su muerte fue por asfixia mecánica.