Por: Iris Romero
Ella es mi mami.
Es una persona super conservadora; es nacionalista y religiosa.
Nosotras tenemos diferencias políticas irreconciliables y ella aunque no esta de acuerdo con mi ideología siempre me apoya y respeta.
Le conté sobre la campaña #NoMás y de las ganas de sumarme que tenía, no dudó en ayudarme; colaboró haciendo las letras, buscando la ropa y hasta se animó a tomarse la foto. Todo esto desde la real convicción de que esa campaña haría algo positivo y ayudaría en el caso de Alejandra.
Ella no es tecnonata, utiliza muy poco las redes sociales porque se le dificultan y como es característico de las personas de pueblo prefiere mil veces el contacto real que el virtual. Ella desconoce ese mundo virtual donde todxs podemos opinar libremente.
Las fotos salieron en la pagina del colectivo feminista al que pertenezco, como era de esperarse el ataque misógino fue abrumador, a todas nos comentaros cosas horriblemente duras.
Una que ha tenido el privilegio del acceso virtual sabe perfectamente a que nos enfrentamos en las plataformas sociales, pero en este caso mi madre no.
Su fotografía fue desmesuradamente comentada con mensajes bastante fuertes que hacían mofa de su aspecto físico, su edad, su color de piel, su profesión, etc.
Al inicio me dio bastante igual, pues entiendo perfectamente que esos comentarios solo sirven para evidenciar a machistas.
Las cosas cambiaron cuando varias compañeras de trabajo y familiares comenzaron a llamar o a mandarle capturas a mi mami de lo que la gente comentaba en su foto y ella se comenzó a sentir mal.
Llego a mi habitación y me dijo <<negra, ¿por qué ese FB permite que esa gente ponga esas cosas violentas y feas?>> <<¿por qué esa gente que no conozco me esta insultando?>>
Su inocencia y la fea realidad que le estaban diciendo cosas horribles a mi mami hizo que mi corazoncito se pusiera chiquito y los primeros segundos no supe que responder, tenía muchas ganas de llorar.
Me dijo que no entendía, que debíamos hacer algo, que la familia le estaba diciendo que quitara esa foto bla bla bla.
Ella estaba muy confundida y triste, hablé con ella, le conté un poco las cosas, que eso es tristemente habitual, le costó comprender que en una red social que sirve para <<hacer amigxs>> la gente se riera de algo tan serio como una violación. La escuche, escuche lo que tenia para decirme y pude identificar como a medida íbamos hablando ella se iba convencido más y más de que ella no estaba haciendo nada malo y no debía sentir culpa porque ella no estaba <<provocando>> esos insultos.
Ella se tranquilizó y luego la escuche como trataba de explicarle a alguien por teléfono que ella no estaba haciendo nada malo y que no quería que quitaran su foto, que no le importaba lo que dijeran, que lo importante es que se sepa de ese problema social.
Comenzó a decirle a quienes le llamaban o escribían para decirle cosas que más bien se sumaran, que ya era mucho, trataba de convencerles.
A mi el corazoncito se me llenó de orgullo al escucharla decir eso y ver como todavía hoy en la mañana me hablaba sobre que todas las mujeres debemos unirnos y denunciar.
Definitivamente Laura, tenemos una mami valiente.