«Te regalo la paz iluminada,
un racimo de paz y de gorriones
…
Hoy te dejo la paz sobre tu mundo
de niño por la muerte sorprendido».
– Fragmento del poema «Regalo para un niño», musicalizado por el grupo Yolocamba Ita.
Tegucigalpa, Honduras (Conexihon).- Llegó temprano, junto a su hijo. Esperó a que fuera llamado por una empleada de los Juzgados de Letras de lo Penal en el barrio La Granja, de Comayagüela. Se juntó con otros padres de familia y portó un cartel con un mensaje de su puño y letra. Así se mantuvo toda la jornada don Roberto Gómez, sin saber que al salir nuevamente de casa, sería asesinado la mañana de este viernes 23 de junio.
“Quiero que mis hijos tengan una educación pública de calidad, sin represión ni autoritarismo”, se leía en el cartel de color amarillo que don Roberto portó durante la mañana y tarde de ayer jueves.
De igual forma recibió la movilización estudiantil que desde el campus de Ciudad Universitaria, llegó a la sede judicial para solidarizarse con su hijo Johan André Gómez y sus 19 compañeros y compañeras con procesos penales promovidos desde las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
La voz de don Roberto, se juntó a la de otros padres y madres de familia, sumada la multitud de universitarios y universitarias que los acompañaron a lo largo de las siete horas que duró la audiencia inicial contra 20 defensores y defensoras de la educación superior pública.
Este proceso en contra de los y las estudiantes, y del periodista Ronnie Huete, inició en la madrugada del 25 de mayo cuando fueron acusados por la UNAH y el Ministerio Público (MP), por los delitos de Daños y Privación Ilegal de la Libertad.
Tuvo tiempo para dar declaraciones a los medios de comunicación y aprovechó el espacio para denunciar la incapacidad de dialogar por parte de las actuales autoridades de la UNAH, encabezadas por Julieta Castellanos.
“Nosotros como padres de familia tenemos que proteger a nuestros hijos, nosotros tenemos derechos y obligaciones pero tenemos que apoyar a nuestros hijos al cien por ciento”, dijo el padre de Johan André en una entrevista a Radio Progreso, el portal Defensores en línea y a este medio digital, cuando se llegaba al medio día.
No fue a trabajar, a pesar de la repercusión que le pudo traer, el no llevar el pan de cada día a su hogar de la colonia Brisas del Valle. Aunque le tocara trabajar doble, no pudo dejar -según comentó- que acorralaran hasta la prisión a su hijo y al estudiantado.
“Yo apoyo a mi hijo en la defensa de la educación pública. Queremos que ellos tengan el pan del saber todos los días. Y que sean alguien para el mañana, pero miramos que este sistema no nos abre las puertas, en lugar de apoyar a nuestros hijos, los quieren encerrar”, continuó su relato don Roberto.
Dejó un mensaje a las autoridades universitarias y a los más de 200 efectivos de la Policía Nacional y del escuadrón especial COBRAS.
A los primeros les dijo que “se pongan la mano en la conciencia” y a los uniformados les llamó la atención sin pensar que podría ser parte de su destino “por ejemplo la policía no tendría que estar aquí, tendrían que estar en las colonias, cuidando a la gente que está en sus casas”.
La madrugada de este viernes, mientras se dirigía hacia el estacionamiento de la colonia donde residía, fue asesinado. El hecho ha sido repudiado por el movimiento estudiantil, que a las cinco de la tarde realizará una movilización con velas. De igual forma lo hizo la Alianza por los Derechos Humanos y el estatal Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), Roberto Herrera Cáceres.
Hoy su cuerpo ya no sostenía la pancarta en apoyo a su hijo, sobre él estaba una cobija y la mirada de su hijo en cuclillas frente al cuerpo sin vida, acompañando la escena. Hoy ya no regresarán juntos a casa.