viernes, abril 26, 2024
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Fragmento del libro “Histórias No Contadas De Rock”

Por: Alex Palencia

<<Para entender qué es una cultura y cómo se transforma, debemos comprender primero la función que cumple dentro del organismo social. Todo ser viviente debe organizar sus relaciones con el medio donde existe. Para ello, necesita crear un modelo interno parcial, resumido y modificable de sí mismo y de las condiciones de su entorno>>.

<<En primer lugar, el ser viviente tiene un código genético que organiza, preserva y transmite la estructura somática hereditaria del organismo>>.

Los seres humanos nacemos con una herencia genética y estos formados como organismos sociales desarrollan una cultura, o sea, una memoria colectiva producto de las condiciones económicas, políticas y sociales de su entorno.

La superestructura del Estado trata de preservar esa cultura oficial construida a través de códigos, símbolos y conductas heredadas, proceso de muchos años de programación, pro-mocionadas por instituciones oficiales y no oficiales como la iglesia, centros de educación privados, medios de comunicacion y otros; en los cuales se condiciona la conducta de los individuos para sostener intacto el sistema que ha sido diseñado para que funcione de acuerdo a intereses predeterminados.

Cuando las culturas no responden a los intereses colectivos de los diferentes grupos humanos que conforman una sociedad, aparecen subgrupos que se manifiestan a través de nuevos códigos, símbolos y mecanismos de aprendizaje para resolver problemas de supervivencia inmersa en la cultura establecida; y es lo que llamamos subcultura, esta puede formarse a partir de la edad, grupo étnico o género de sus miembros; las cualidades que la determinan pueden ser estéticas, políticas, sexuales o una combinación de ellas. Algunas sectas, grupos o corporaciones afines puede ser estudiadas desde esta óptica, otros son simplemente grupos de adolescentes como es el caso de los Emos, más adultos los Punk, los Darks, los Heavy Methal o Heavies, Góticos, Mods, Raperos, Indies, Hiphoperos, Break Dance, Grafiteros, Rastas, Raggaetoneros, Ultras y Hooligans, Rockeros, Cholos, etc; algunos grupos subculturales son asociados al futbol (barras), y otros a la delincuencia y el crimen organizado como las maras y pandillas; pero en general, todos estos grupos caben en la categoría de asociaciones subculturales a veces llamados tribus urbanas, se caracterizan por tener una particular forma de vestir de cortarse o llevar el pelo, adornar su cuerpo <<lencería y tatuajes>>, costumbres o hábitos de sus miembros, o bien, por el gusto a un determinado subgénero musical.

Las subculturas, son mecanismos de adaptación de las culturas establecidas a nuevas exigencias de los cuerpos sociales en constante movimiento, estas se establecen como un enfoque parcial de las nuevas condiciones de la realidad, que al no poder identificar plenamente los factores que la determinan y carecer de una programación de acción, bien podemos decir; que aun cuando las subculturas se pueden valorar como grupos disidente sociales, carecen de una ideología propiamente dicha.

Cuando los factores de las subculturas prevalecen al final de un proceso sobre la cultura oficial del sistema, la cultura como tal se modifica, pero sobrevive a la embestida de nuevos factores, en este caso, los procesos de adaptación a nuevas realidades se realizan con un bajo costo en decremento de la cultura impuesta desde el statu quo, proceso que se conoce como evolución.

La cultura establecida en decadencia, que a la vez origina de algún modo el surgimiento de estos grupos subculturales se resiste a absorber, modificar o hacer cambios propuestos desde la disidencia social de estos individuos, el conflicto entre ambas posiciones se torna inconciliable; aparece entonces la contracultura, como un nuevo mecanismo con una propuesta más radical que la subcultura que la antecede, en este último proceso la batalla se da sin cuartel, en esas condiciones ya no hay posibilidades de fusionarse y una de ellas tendrá que sobrevivir a la otra.

Es así que; cuando la cultura establecida pierde la capacidad de lectura de las nuevas realidades y la objetividad para resolver los problemas históricos planteados por los grupos sociales emergentes hablando ya de procesos contraculturales, el statu quo responde de manera tardía agresiva, interrumpiendo cualquier proceso que amenace su existencia, destruyendo de cualquier forma de grupos o instituciones ideológicas que considera enemigas, a esto último, la batalla entre lo establecido y lo nuevo por nacer se le llama revolución, fenómeno donde al final el costo humano es más alto pero garantiza la supervivencia del nuevo cuerpo social emergente.

La cultura establecida en el afán de preservarse en el anacronismo histórico, disfraza y falsifica las señales de alarma <<códigos y símbolos>>, que presagian la necesidad de cambios profundos en las estructuras sociales manejadas desde el statu quo, el cual no permite el desarrollo de contraculturas que impulse la transformación en la construcción de sí misma; cuando esto sucede decimos que el sistema ha colapsado entrando a su etapa más crítica. Fenómeno que se determina como decadencia.

La decadencia es el organismo social que representa la cultura establecida, que responde a problemas nuevos con soluciones viejas sin comprender las nuevas realidades planteadas, perdiendo la capacidad de reinventarse así misma asimilando sus errores pasados, para absorber las propuestas de sus subculturas o contraculturas, el statu quo, entonces a la más tradicional ultranza japonesa, prefiere hacerse el harakiri antes de renovarse y aprender de ellas sin destruirlas y así mismo ser destruido.

<<La creación cultural es uno de los aspectos que se paraliza en una sociedad que entra en estancamiento, que ha perdido su capacidad de transformarse>>

En Honduras, bien podemos decir que se transita de alguna manera por la etapa de subculturas y la decadencia institucional, ya que existen grupos marginales que manifiestan las características antes mencionadas y el statu quo insiste en permanecer inmóvil a cambios de cualquier índole. Podemos afirmar que no habido ni hay un movimiento contracultural asociado al rock en este país, porque nunca ha habido movimientos contraculturales, pero si han existido movimientos de rock asociado a grupos subculturales.

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