Por: Félix Cesario*
En los primeros 10 días de junio, la inteligencia montada desde quien gobierna el país, representada en la Fuerza de Seguridad Interinstitucional (FUSINA), emitió un comunicado en donde de alerta a la empresa privada, al alto mando militar y a la hondureñidad, el descubrimiento de “comandos de insurrección (células terroristas)”.
El mensaje que salió desde las barracas era la recomendación a los dueños de gasolineras sobre “posibles incendios y atentados en contra de las distribuidoras de gasolina en las ciudades de Choluteca, Choloma y Tegucigalpa”.
Como si se tratara de un hecho insólito FUSINA hace de conocimiento esta alerta como si se tratara de un secreto de Estado, así por así, sin medir la irresponsabilidad del supuesto descubrimiento insurreccional.
Por experiencia propia sabemos que, el orejismo militar y los escuadrones de la muerte creados en los años 80s, cobijados por las barras y las estrellas e instruidos en la Escuela de las Américas, y modernizados en este gobierno caligulezco, es muy común que no pudiendo amar la libertad, crean el pánico entre los libertos y su ejército pretoriano, con la finalidad criminal de imponer el terror; justifica el bien de la democracia.
Hace un corto tiempo, que no es un secreto entre la hondureñidad de la instauración de la “colombianización”, con la estructura de los capos de la droga y agregando la venia del Pentágono con sus miembros militares, disfrazados de miembros del ejército nacional y, agentes de la mafiosa “DEA” que asesinan a compatriotas y ejercen funciones de fiscales, disfrazados de agentes de investigación, con la complacencia del gobernante impuesto.
Este irresponsable falso positivo emitido por FUSINA en su comunicado, no es más que una amenaza en contra de los defensores y las defensoras de los derechos humanos y contra las acciones de protesta del movimiento social, cuestionadores del caos democrático imperante en Honduras.
Además una advertencia seria sobre todo aquel o aquella periodista que cuestione el desprecio a la vida y defienda el derecho de la libertad de la verdad por medio del poder de la palabra no financiada por el poder.
Dicho documento de la inteligencia militar las y los defensores y la prensa alternativa deben de tomarlo muy en serio. Y saber que se vienen tiempos de terror, los escuadrones de la muerte ya identificaron al supuesto enemigo o enemigos de la democracia porque afecta el dicho de que Honduras está cambiando. Y para sostener este modelo de país infame e inhumano, están dispuestos a todo por complacer a la política del pentágono y a las mafias de la corrupción nacional.
La amenaza está pendiente. Por tanto, debemos de estar muy atentos a las detenciones y asesinato del falso positivo. “En guerra anunciada…” reza el dicho. Calígulas y sus guardianes pretorianos están sedientos de sangre y debemos de estar claros… no queremos mártires, deseamos la vida para defender y desenmascarar a los enemigos -a muerte- del poder de la palabra.
*Poeta y Periodista. Ex Catedrático de la Escuela de Periodismo, UNAH.