Tegucigalpa, Francisco Morazán (ConexiHON) Mario Ernesto Castro —conocido artísticamente como Mario de Mezapa— falleció este lunes, según confirmaron medios locales. Cantautor originario de la comunidad de Mezapa en el departamento de Atlántida, se convirtió en una de las voces más reconocibles de la canción de protesta hondureña y en un referente del vínculo entre música y luchas campesinas.
Trayectoria, letras y vínculo con el campesinado
Mario Ernesto Castro nació hace más de cinco décadas en Mezapa, Atlántida. Su formación artística provino de la cultura popular: canciones que recogen mitos, leyendas y la experiencia del campesinado hondureño —esa “poesía nacida del pueblo” que él mismo cultivó—. Su acercamiento a la música popular se articuló desde temprano con la militancia: se integró y fue impulsado por la Central Nacional de Trabajadores del Campo (CNTC) de Puerto Cortés, organización que lo proyectó como voz en recuperaciones de tierra y campañas rurales. Esa relación le dio un lugar singular: no solo cantaba sobre el campo, sino que su actividad artística acompañó procesos organizativos y resistencias locales.
Musicalmente, Mario de Mezapa se identificó como cantautor campesino. Sus letras mezclan denuncia social —contraponiendo trabajador y patrono— con relatos populares (cuentos de cadejos, refranes y humor campesino). En entrevistas y presentaciones se definía como “el cantar del pueblo” y asumía la canción como herramienta política y memoria colectiva. Mario ofrece un vistazo crudo y honesto de una realidad que es ajena al escritor de ciudad, una poesía nacida del pueblo y que desde el pueblo se entiende, aprecia y disfruta.
La canción como acompañamiento de lucha
A lo largo de su carrera, las composiciones de Mario de Mezapa no circularon solo en escenarios musicales: fueron himnos en actividades de recuperación de tierras, reuniones sindicales y movilizaciones campesinas. La CNTC y otros colectivos rurales lo promovieron como artista-organizador, y su presencia en actos comunitarios reforzó la idea de que la música popular puede ser catalizador de identidad colectiva y movilización. Testimonios y registros audiovisuales muestran cómo sus canciones eran coreadas en asambleas y actos de solidaridad, donde la letra se convertía en voz compartida de reclamo y memoria.
Su álbum más conocido aparece registrado bajo el título De sucias, cadejos y cucuruchos, del que se desprenden varios temas que se han viralizado en plataformas como YouTube, SoundCloud y Last.fm. Entre los temas que consolidaron su reconocimiento figuran “La Huelga”, “El Incachable”, “El Cadejo” y “Retorno al Campo”. Estos cortes combinan estructuras sencillas de guitarra y voz con ganchos líricos directos que facilitan la réplica en asambleas y marchas; así, la forma musical favorece la transmisión oral y la apropiación colectiva. Un breve análisis temático de “La Huelga” revela rasgos recurrentes en su obra: denuncia de la explotación laboral, llamado a la organización y celebración de la lucha colectiva.
a canción usa imágenes campesinas y un lenguaje accesible —sin grandes florituras literarias— que busca la identificación inmediata del público obrero y rural. Esa economía del lenguaje y su tono directo explican por qué la pieza ha tenido recepción durable entre activistas y públicos locales.
Audio y registro del tema están disponibles en plataformas públicas y en videos subidos a YouTube, Escucha: Mario De Mezapa, Cantautor campesino Hondureño, Álbum “De Sucias, Cadejos y Cucuruchos» 2007 Costa Norte Records. – YouTube En Last.fm y otros repositorios se documenta una comunidad de oyentes que ha mantenido vivas estas canciones en playlists y recopilaciones, lo que demuestra una recepción estable en nichos afines a la canción social centroamericana.
Siempre en la memoria colectiva
La confirmación de su muerte despertó una ola de reacciones en redes y medios locales: músicos, activistas y emisoras populares compartieron recuerdos, videos de presentaciones y anécdotas que subrayan su compromiso con el pueblo. Organizaciones sociales que lo impulsaron —como la CNTC— y radios comunitarias destacaron su coherencia entre palabra y acción, y la importancia de su obra para la memoria del movimiento campesino.
En plataformas públicas circulan testimonios que van desde colegas músicos que recuerdan su “humildad y entrega” hasta líderes comunitarios que resaltan su papel como voz de la gente del campo en actos públicos. Ese registro testimonial constituye hoy un primer archivo de memoria que ayudaría a reconstruir tanto su biografía como el impacto cultural de sus canciones.
“Se queda con nosotros en su música, que debe perdurar por siempre y ser parte de las nuevas luchas del pueblo hondureño”, indicó en su página de Facebook, el dirigente del Partido Libre, Bartolo Fuentes.
Por su parte, el Grupo Teatral Bambú expresó “su profundo dolor por la partida de MARIO DE MEZAPA, aliado entrañable, amigo y hermano de la familia bambucina. Mario fue parte viva de nuestro camino: del Festival Bambú, de los Encuentros de Cuentacuentos “Pa’ que te cuento”, y de tantas actividades artísticas donde su presencia, su voz y su canto iluminaban el escenario y el encuentro humano. En cada espacio compartido fue fuerza, alegría y compromiso.
Hoy despedimos al artista, al compañero de luchas y al ser humano generoso que creyó en el arte como acto de amor y resistencia. Su voz no se apaga: seguirá resonando en la memoria colectiva, en el canto compartido y en las causas que defendió con dignidad. Que descanse en paz, querido Mario. Tu canto, tu palabra y tus luchas vivirán siempre entre nosotras y nosotros. Abrazo solidario a su familia, amistades y comunidad artística”.
La periodista Lenys Fajardo “Mario de Mezapa nos deja su canto y su ejemplo, una voz que seguirá inspirando al pueblo hondureño. ¡Que su memoria viva y que su música acompañe siempre a quienes luchamos y no nos rendimos!”. Desde la costa norte hondureña, la Radio Progreso emitió una transmisión especial: https://www.facebook.com/RadioProgresoPaginaOficial/videos/4236785303262434
