Tegucigalpa, Francisco Morazán (ConexiHON).- En el marco celebrativo del Dia Internacional de los Derechos Humanos, autoridades del Comité por la Libre Expresión (C-Libre), amigos y familiares del periodista Carlos Eduardo Ávila Aguilera se presentaron hoy ante la Corte Suprema de Justicia para exigir justicia, verdad y respeto al Estado de derecho, en el caso de este profesional de periodismo quien desde hace 18 años ha sido sometido a un proceso judicial plagado de irregularidades, retrasos injustificables, pérdida de pruebas y decisiones arbitrarias que evidencian la injerencia política en la administración de justicia.
En declaraciones públicas ante los medios de comunicación que dieron cobertura al evento público, Amada Ponce Directora Ejecutiva de C-Libre comento que «el proceso contra Ávila ha permanecido 18 años sin resolución, un atraso incompatible con cualquier estándar de justicia y que revela una clara manipulación del sistema judicial». Durante este tiempo: Las autoridades judiciales modificaron arbitrariamente la normativa penal aplicable, aplicando dos Códigos Penales en una sentencia, acotó Ponce.
Trascendió que tras años de litigio, la Sala de lo Constitucional rechazó por mayoría la inconstitucionalidad presentada contra el periodista y posteriormente, el Pleno de Magistrados emitió un fallo definitivo e inapelable ordenando la aplicación de la Amnistía Política (Decreto 04-2022) a favor de Carlos Ávila. Sin embargo, al menos tres magistrados mantienen sin firmar la resolución desde hace más de tres meses, impidiendo de manera irregular que dicha sentencia sea ejecutada.
«Esta inacción constituye una violación directa al Estado de derecho, prolonga la criminalización del periodista y envía un mensaje alarmante a todo el gremio periodístico». sostiene el equipo legal de esta organización que desde hace 25 años de existencia en el país, promueve y defiende la libre expresión y la libertad de prensa en Honduras.
Finalmente, la manifiesta C-Libre que el silencio judicial también es violencia, la justicia tardía no es justicia, así mismo la persecución contra Carlos Ávila es una herida abierta para la libertad de prensa en Honduras y se exige que esta Corte rompa con el precedente de impunidad y cumpla con su deber legal y moral poniendo fin hoy mismo a esta injusticia de 18 años.
