viernes, noviembre 15, 2024
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Violencia y desprotección estatal enmarcan el Día Mundial de la Libertad de Prensa en Honduras

Tegucigalpa, Honduras (ConexiHon). – En un panorama de recrudecimiento de la violencia contra periodistas y comunicadores sociales, con grandes retos y evidentes fragilidades en materia de libertad de expresión y acceso a la información pública, Honduras se une este viernes 3 de mayo, a la conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, durante un año en el que las agresiones en el país hacia periodistas, comunicadores sociales, y vocerías comunitarias, especialmente de defensores de derechos humanos, han aumentado en casi un 300 por ciento respecto al mismo periodo de los primeros cuatro meses del 2023.

Las agresiones que en su mayoría son generadas por los servidores públicos del actual Gobierno hondureño y, por personas desconocidas que se escudan en el anonimato, con veinticinco (25) y, veintitrés (23) ataques registrados respectivamente de un total de sesenta y siete (67) publicados durante el primer cuatrimestre de 2024, son ataques en los que la violencia es el estándar de afectación más frecuente a la libertad de expresión y acceso a la información pública para acallar las voces críticas, que difunden mensajes e investigaciones noticiosas no favorables para grupos de poder, así como para el eje gubernamental del país y, otros actores con interés en silenciar las actitudes disonantes, de miembros de la prensa y de defensores de derechos humanos, entre otros. 

El departamento de Francisco Morazán, durante los primeros cuatro meses del año, es el lugar de Honduras con la generación del mayor número de agresiones a la libertad de expresión, seguido, de Colón, Atlántida, Choluteca, seguido de otros ocho departamentos en todo el país, en lo que se registraron, reiterados a asesinatos ya tentados a miembros de la prensa y defensores de derechos humanos, además de robos de información a medios de comunicación, estigmatización a obreros de la prensa y estrategias de odio y desprestigio, como ser la campaña de desinformación en contra de los concejales propietarios y suplentes de la sociedad civil ante el Mecanismo nacional de Protección (MNP). 

El Comité por la Libre Expresión, en lo que va del año, también ha registrado que, del total de 67 alertas contra la libertad de expresión, cuatro (4) agresiones fueron contra personas del sexo femenino, por su parte, los hombres recibieron veintiséis (26) ataques en diferentes partes del país, y otros treinta y siete (37) ataques documentados de agresiones a organizaciones, vocerías comunitarias y medios de comunicación, que fueron documentadas sin genero por no aplicar en esta categoría.

En este contexto de la realidad de la libertad de expresión en Honduras, que actualmente sigue enfrentando un declive, la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), en su último informe de Clasificación Mundial sobre la Libertad de Prensa, resaltó que el país hondureño, nuevamente descendió en el ranking de naciones con mayor respeto a la libertad de expresión, pasando de la posición 165 en el año 2022, a la 169 en 2023, retrocediendo cuatro escalones de una lista de 180 naciones, solo por encima de Cuba en Latinoamérica y a escasos 11 puestos de países totalitaristas como Corea del Norte.

En su informe, Reporteros Sin Fronteras, es del criterio que “La llegada al poder de la primera mujer presidenta (Xiomara Castro), generó muchas expectativas por su agenda de derechos humanos. No obstante, los periodistas se enfrentan a retos similares a los que encaraban con gobiernos anteriores”, entre los que resaltaron los discursos denigrantes de los nuevos funcionarios, el rechazo al acceso a las fuentes informativas a periodistas no afines al gobierno y la falta de protección contra las amenazas.

Asimismo, esta organización que cada año presenta su evaluación sobre la libertad de expresión en diferentes países, utilizando criterios como indicadores legislativos, económicos, políticos, sociales y de seguridad, también consideró que Honduras “Vive un lento descenso al infierno”, en referencia a más de una década de violaciones a derechos humanos desde el golpe de estado en el país durante el año 2009, señalando a Honduras como uno de los lugares que “Sigue siendo uno de los más mortíferos para el periodismo en el continente americano, lo cual crea un clima de autocensura y miedo en la prensa”.

Cabe resaltar que el Comité por la Libre Expresión (C-Libre), al cierre del año pasado, publicó 112 alertas contra agresiones a la libertad de expresión de las que más del 73 por ciento, se produjeron también ejerciendo algún tipo de violencia contra las víctimas, vulnerando derechos como el de acceso a la información pública, la libertad de prensa, la protesta y la vida, este último, dejando dos periodistas asesinados en 2023, el último de ese año, el 21 de diciembre, cuando personas desconocidas abatieron a disparos en la ciudad de Danlí, al profesional de las comunicaciones Francisco Ramírez, mismo que se encontraba bajo protección del Estado, luego de un atentado recibido en mayo del mismo año. 

Ese contexto que enfrenta el país para defender y promover la libertad de expresión podría perjudicar próximamente a Honduras en el siguiente informe de Clasificación Mundial sobre la Libertad de Prensa que haga público la organización Reporteros Sin Fronteras, debido al alza de agresiones que reiteradamente se dan el territorio hondureño, con estadísticas alarmantes para el ejercicio del periodismo y la defensoría de derechos humanos.

En adhesión al Día Mundial de la Libertad de Prensa proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en 1993, a raíz de una recomendación adoptada por la Conferencia General de la Unesco en 1991, el Comité por la Libre Expresión ha reivindicado la Libertad de Expresión como requisito para defender el medio ambiente, tema elegido en 2024, para reflexionar sobre el trabajo periodístico y las campañas de desinformación.

La Unesco dedica este año su atención a la importancia del periodismo y la Libertad de Expresión en el contexto de la actual crisis medioambiental mundial que se expresa en cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación, y expresa preocupación por la información falsa que desvirtúan los esfuerzos científicos por alertar de estos riesgos.

La Unesco considera que el trabajo, el coraje y la perseverancia de los periodistas en la cobertura de estos temas es crucial porque trabajan en la primera línea de la lucha colectiva por la salud del planeta. “En este Día Mundial de la Libertad de Prensa reconozcamos y celebremos su trabajo para ayudarnos a forjar un futuro mejor”

10 retos claves

  1. Establecer un protocolo de investigación de casos de asesinatos de periodistas y comunicadores sociales que establezcan como primera línea de investigación el quehacer periodístico, que estos no sean tratados como un delito contra la vida sino como parte de su actividad profesional, valorando el enfoque preventivo y diferencial.
  2. Desarrollar procesos para reducir las acciones de secretividad para garantizar la ampliación del derecho a la información, aún queda mucho por hacer para que el acceso a la información sea significativo.
  3. Avanzar en el reconocimiento oficial de los medios comunitarios lo que impide la financiación y la publicidad, les niega el acceso legal a las frecuencias de radio y los expone a un riesgo agravado de extorsión.
  4. Derogar todas las formas de criminalización de la expresión; incluyendo la persecución penal por delitos denominados “contra el honor”, que abarcan la calumnia y la injuria en el Código Penal.
  5. Enfrentar el fenómeno de la desinformación, la manipulación de información falsa y las campañas de desinformación.
  6. Que la Fiscalía Especial para la Protección de Defensores de Derechos Humanos, Periodistas, Comunicadores Sociales y Operadores de Justicia (FEPRODDHH), cumpla con su mandato de investigar y llevar a juicio todos los delitos de violación a derechos humanos contra periodistas y comunicadores sociales.
  7. Que el Mecanismo Nacional de Protección cumpla con la asignación de medidas diferenciadas por género, territorio y actividad para garantizar la seguridad apropiada, eficiente y con la debida diligencia necesarias para periodistas y comunicadores sociales, asignando para esto de forma oportuna recursos financieros y técnicos que garanticen la vida y el ejercicio periodístico.
  8. Asignar de forma correcta y oportuna un presupuesto especializado para fomentar una cultura de respeto a la libertad de expresión y libertad de prensa generando una verdadera incidencia en la agenda política.
  9. Reformar la Ley de Protección para las y los Defensores de Derechos Humanos, Periodistas, Comunicadores Sociales y Operadores de Justicia para permitir mayor participación de organizaciones de derechos humanos en los órganos deliberativos del Mecanismo de Protección. Protocolo de atención diferenciados por aspectos de género, familia y ubicación geográfica.
  10. Combatir eficazmente la impunidad de los autores de delitos cometidos contra periodistas y comunicadores sociales, e investigar eficazmente las violaciones de derechos humanos en esos casos.
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