Por: Carlos Méndez
Para el año 2050, Honduras es y será, junto a Costa Rica y probablemente El Salvador y Panamá, uno de los países con los mayores índices de Desarrollo Humano Integral en el hemisferio occidental. Faltan apenas 27 años. Pero para esa época, Honduras ha reducido su tasa de analfabetismo a un 0.1%. Está funcionando un nuevo sistema educomunicativo de país, elaborado con plena participación con padres de familia, educandos, educadores y comunidades, el que es renovado constante y creativamente cada año.
En la nueva escuela nacional, no solo se cultiva la inteligencia racional, sino también la inteligencia emocional y espiritual que hace posible el aprovechamiento máximo del ingenio y la imaginación innata de la población hondureña para la felicidad individual y colectiva. Esta se nutre con el desarrollo de valores humanos intrínseca y estrechamente vinculados al respeto a la persona humana, de hombres y mujeres y estos de igual forma, con su cultura y medio ambiente. En la Honduras del futuro, se desarrollan programas audaces de cultivos alimenticios en las grandes áreas urbanas y en el área rural se fomenta protección y adecuada explotación del bosque; disfrutamos de una agricultura sostenible orientada a la alimentación saludable, que incluye el fomento y cultivo de plantas medicinales para la prevención científica de la salud.
Honduras floreciente. retoma su papel como “el granero de Centroamérica”
En el sistema de salud formal, concluye la instalación y equipamiento de nuevos hospitales especializados en distintas áreas (renal, cáncer, diabetes, discapacitados, niños, mujeres etc.,).
En la Honduras posible, existe bastante seguridad ciudadana en las calles. Se ha reducido el número de gente deseando perseguir “el sueño americano”.
Nuestro país cuenta con un ferrocarril rápido y moderno como lo quiso el Presidente Trinidad Cabañas, que une al mar Caribe (con puerto Cortés, La Ceiba, Tela, Puerto Castilla, Trujillo) y el Pacifico (San Lorenzo, Coyolito y Amapala).
Como Estado, Honduras retoma lo mejor de la Reforma liberal impulsada en 1880 y los recrea, dando un salto cualitativo al implementar constitucionalmente el comunitarismo democrático y participativo. Se unen a este proyecto de refundación del Estado, unas nuevas Fuerzas Armadas. También apoyan este proyecto, nuevos partidos políticos progresistas y una convincente participación masiva de una corriente rebelde que surge en el seno del neofascista Partido Nacional y su hermano gemelo, el Partido Liberal con su lado oscuro.
En la Honduras de 2050, el Estado vela porque los pobres convivan en menor desigualdad económica y vigila para que los banqueros y vivones de capital mal habido no se aprovechen de la ignorancia de los pobres y potencia a estos últimos, con la creación de redes empresariales, según áreas de interés productivas y de generación de ingresos en igualdad y relaciones de equidad de género.
Para estos momentos, en el planeta ya se habrá producido un “segundo Renacimiento humanístico”, según lo predicen algunos teóricos, en donde los hilos e imbricaciones de poder entre potencias hegemónicas como Estados Unidos, se abren por las buenas o por las malas, a nuevos tratos civilatorios o de mayor respeto a la humanidad, la naturaleza y sus seres vivientes. Estados Unidos acaba con más de 2 siglos de intervención militar y diplomática a otros países del mundo. También se obligan a esto, China, Rusia y Europa. La OTAN se convierte en un observatorio mundial por la paz y los derechos humanos. Se celebran convenciones internacionales por un alto a las guerras de cualquier tipo, estableciendo sanciones legales a quienes violen preceptos de convivencia humana, en paz y amor fraterno.
En Honduras, se da seguimiento al proyecto del unionista y mártir independista Francisco Morazán, y conforma sin tardanza alguna, la Unión de Repúblicas Mesoamericanas, junto a México, Guatemala, El Salvador, Belice, Panamá, República Dominicana y Colombia.
Nuestra nación ya no es controlada por élites saqueadoras del Estado
Honduras es al fin, respetada y admirada por el mundo civilizado de la tierra.
Todo lo dicho anteriormente será posible, sino se cumple lo que sentenció Yuval Noah, Harari, un ilustrado escritor israelita, que describe para 2050, a una “Honduras que, por su modelo económico y educativo, está destinada a desaparecer como país”. Se le une a esta pirueta distópica, el dueño de Facebook quien mete leña al fuego también: “el problema con Honduras-acota- es que hasta el más creativo se encuentra con un país sobre regulado donde fracasan las ideas creativas”. Ambas declaraciones ya han sido comentadas con criterio sólido por el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) de los padres jesuitas en El Progreso, Yoro.
A 2050, si acaso vive, Harari tendría 101 años y el dueño de Facebook, 66. ¿Ajá, y usted, ¿cuántos? La respuesta talvez no importe mucho, pero repare bien en lo que sigue: Tanto Harari como el otro, no son varones con verdades absolutas; solo enuncian problemas cruciales que, de no resolverlos, así como otros que no señalan pero que lo sabemos de sobra las personas que nacimos reímos y lloramos aquí, verdaderamente tendremos un terrorífico problema del tamaño de un continente. Y aquí es donde “la mula bota a Genaro”. Si Ud. está vivito y coleando para 2050 o antes, recuérdelo: ¡Esto es vida o muerte! ¡O hacemos una revolución humanística liberadora radical o seguimos con el proyecto inhumano de los conservadores cutres y egoístas que hundieron y siguen hundiendo al país en el peor de los fracasos! Actúe, aunque tenga viejita su piel. Oiga: ¡No se quede barzoneando en ningún chinchorro!