Tegucigalpa, Honduras (Conexihon).- Ese fue el clamor con que familiares y amistades del periodista Carlos Ávila se manifestaron frente al Palacio Judicial de Choluteca.
El profesional del periodismo en Honduras Carlos Eduardo Ávila Aguilera, es perseguido judicialmente desde el año 2007; por publicar una denuncia de acoso sexual contra menores de edad, a solicitud de padres de familia y alumnas del Instituto José Cecilio del Valle.
Aunque el periodista Ávila hizo uso de su derecho a la libre expresión amparado en el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el artículo 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos cabe señalar que durante el proceso, Carlos Ávila ha sido víctima de retardo injustificado de justicia, dejando en clara violación a los artículos 96 de la Constitución de la República de Honduras y artículo 9 de la Convención Americana de Derechos Humanos, referente a la incorrecta aplicación del principio de retroactividad de la ley.
Sumado a lo anterior, Carlos Ávila, es víctima del uso excesivo y arbitrario de los tipos penales relativos a los delitos contra el honor, contemplados en el Código Penal.
Por otra parte, autoridades del Comité por la Libertad de Expresión también se presentaron en las inmediaciones de la Corte Suprema de Justicia en demanda del otorgamiento del beneficio de la amnistía que el gobierno de la República que preside Doña Iris Xiomara Castro ha otorgado en otros casos de mala aplicación de la justicia.
A la solicitud de justicia y libertad para el periodista Carlos Ávila, se unen cientos de periodistas, comunicadores y comunicadoras sociales quienes en diferentes zonas del país integran la Red de Alertas para la Protección Periodistas y Comunicadores sociales (RAPCOS)
Cerca de 40 periodistas y comunicadores sociales en el país, enfrentan diferentes procesos legales y enjuiciamiento. En el caso de Carlos Ávila, en Choluteca, se ha visto obligado a esconderse para no ser llevado a prisión, siendo este un caso atípico, pues se le aplican los dos Códigos Penales, de ahí que se considera una persecución política que orilla al colega al silenciamiento.
En general la persecución legal, con los y las periodistas como así mismo comunicadores y comunicadoras sociales de Honduras; se mantiene al igual que en décadas anteriores, manifestándose más cruenta con la aplicación del nuevo Código Penal, este restringe de forma desproporcionada las libertades de expresión y de prensa, se encuentran incluidos los artículos 229, 230, 231, 232, 233, 234 relativos a los delitos contra el honor de injuria y calumnia, del Capítulo III del Código Penal, utilizado como herramienta para la criminalización de periodistas y comunicadores sociales.
Los familiares y amistades de Carlos Ávila en conjunto con C-LIBRE insisten en solicitar #justicia #libertad #amnistíaparaCarlos Ávila #DespenalizaciónYA