Por: Félix Cesario*
Como un grito de rebeldía, en defensa de los compañeros Emy Padilla y Jorge Burgos.
Hace casi dos meses, que hicieron oficial la suspensión de la visa para ingresar a los Estados Unidos. Ese pasaporte de su impunidad, el “Capitán Arrazola”, el autor de la antología de 18ª tomos del terror que las generaciones de los 80s, las actuales y venideras; al conocer cada asesinado de forma brutal, infame, propio de una fiera enrrabiada se agotará de espanto al comprobar la crueldad de este engendro de la muerte el mismo que hoy, de rodillas, implora perdón y le borren de la frente estos números, 3-16.
“La imagen de la muerte”, como lo describo en mi poemario “TIEMPOS DEL TERROR”, fue una profecía cumplida por la simple razón que, este judío errante, anda buscando no un árbol en donde ahorcarse, sino que algún periodista capaz de soportarle “por gracias mas que por obra” que le escuchen sus quejas de consiente asesino del ayer, bajo la protección del doble RR que gobernó Estados Unidos en los primeros años de los 80´s la Central de Inteligencia Americana (CIA).
Hoy se encuentra abandonado, desprotegido, expuesto, cada amanecer al escarnio público de quienes hemos denunciado lo fétido de su pensamiento y sus manos sangrientas de mártires de esa izquierda que tanto lo atormenta.
Para comprobarle al ayer «Capitán Arrazola» que tenemos informacion para hacerle un recordatorio. Recuerda usted a su «descuartizador» de mis hermanos asesinados y desaparecidos, así como mis compañeras violadas y destazadas ¿quien era? lo extraño es que algo pasó con ese personaje, mientras regresaba clandestinamente de México. Fue ejecutado en San Pedro Sula, su alias era «Flavio Toledo»; se lllamaba Francisco José Ramirez Torres, oriundo de Orocuina, Choluteca ¿Lo recuerda Capitán?
otro apunte de su vegetariana vida de serpiente, las viboras no tienen biografia, es verdad que usted en los años 1967 1968, cuando ya hacia sus mordeduras de coralillo como soplón de la inteligencia militar. usted habitaba en un “cuartucho” de un edificio junto a donde se ubicaba la compañía comercial SINGER. Dicho “cuartucho” parecía gallinero y desde entonces se jactaba de sus hazañas, “pininitos” del monstruo o engendro que llego a ser; un criminal hasta bañarse en sangre tal como es hoy, imagen perfecta de la muerte.
No se porque tanta lastima, implorando por su vida. Nadie le hará daño; usted tiene que pagar por los crímenes bajo su cargo. Lo que si deseamos es verlo pidiendo perdón, pues en sus últimas apariciones televisivas, ya no soporta el registro de 184 personas desaparecidas, algunas, compañeros y compañeras de lucha, que tuve el honor de compartir calles, luchas y sueños de un país justo, humano y digno, o como usted dice fuimos de “esa izquierda anarquica que le hace daño al país”.
Es tan desesperante su tormento, que realiza acciones típicas de un desesperado en búsqueda de que le crean “de rodillas” su verdad. No se que valor agarran sus manos al acariciar a sus seres cercanos, cuando por su mente pasan los nombres de nuestros y nuestras mártires. ¡Cuanto peso lleva su pestilente conciencia!
En su esquizofrenia, en su locura chorreante de sangre, ve en periodistas alternativos como un peligro para usted y no era menos esperar sus calificativos de “izquierdistas, radicales, sinvergüenzas y populistas” hacia los compañeros Emy Padilla, Jorge Burgos (Periodistas de www.criterio.hn) y del abogado Joaquín Mejía, investigador y columnista de este digno medio de comunicación.
Nosotros lo entendemos, ya que conocemos el actuar del nido de víboras estatales y comprendemos el por qué frente a sus aliados periodistas tarifados, se arrodilla y llora y es por la simple razón que ve el rostro de un José Eduardo Becerra Lanza, de un Felix Martinez Medina, de Manfredo Velásquez, Rolando Vindel, Samuel Pérez, Roger González, Maria Ediltrudis Montes, Hilda Rosa Cerrato y muchos, muchas más.
“Licenciado Arrazola”, nadie le hará daño, ni siquiera la misma muerte. Pues usted y (Gustavo Álvarez Martínez la obligaron irse de vacaciones, en su caso personal no la espere ella, la muerte le guarda pavor. Así es que prepárese para andar como el “judío errante” por los días que le vengan sobre usted.
¿Se imagina usted que la única manera de morirse, es hacerlo usted mismo así como tuvo odio de matar y descuartizar a compañeros desaparecidos?
Por lo pronto, no le queda más que aguantar los señalamientos de gente digna y de los medios de comunicación separados de las grabadoras gubernamentales y con un compromiso serio de denunciar lo que por mucho tiempo silenció un sector de la prensa en mi país. Junto a personas reconocidas por la defensa de los derechos humanos en el país, algo que a usted le aterra solo el escuchar, no hacen más que recordarle su vida de criminal y de autor de los tormentos de lesa humanidad.
Fugitivo de la justicia, pronto estará sentenciado por asesinato masivo, ya no tiene protección esta igual que Álvarez Martínez, una vez cumplidas las órdenes del pentágono, hasta ser asesinado en 1989. Se fue sin pagar todo el daño que “El hermano Tavo” hizo en Honduras. No se cuide de esa izquierda que tanto odia, ni de nuestras denuncias por cualquier medio en su contra, cuídese de esos que en el pasado lo hicieron el niño bonito de la Escuelita de “Carabineros”, los “Mister Embassador” que hoy ya no lo dejan transitar por sus barras y estrellas ponzoñosas.
Un fragmento de mi poema acompañará mi denuncia contra el impune ser abominable que usted representa para nuestro país:
“Miradlo, observadlo bien,
Suplicando unos instantes de reposo…
Miradlo y recordadlo muy bien,
Al judío vagabundo de la historia
Como el asesino más cruel y más maldito de la muerte…
Miradlo implorando el perdón y el olvido,
Que jamás se le otorgará porque para esta fantasmagórica imagen,
No habrá perdón ni olvido… jamás, nunca jamás
Hasta el final de los tiempos”.
De allá hasta hoy, solo tiene una salida. Usted ya la conoce.
* Poeta y Periodista. ex Catedrático de la Escuela de Periodismo, en la UNAH.