El periódico digital CONEXIHON expresa su profunda preocupación por la violencia que la Policía hondureña empleó este miércoles 1 de agosto contra nuestra periodista y defensora de derechos humanos, Kency Gissel Grandez Durón, quien junto con un grupo comunicadores realizaban su labor informativa, dando cobertura a la protesta social desarrollada por estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
En las afueras de la UNAH decenas de estudiantes se agruparon para demandar por el alza a la tarifa del transporte público, que entró en vigencia este día, tras varias semanas de negociación en medio de paralización y tomas de calles a nivel nacional.
En un primer momento, la policía gritó a los periodistas que dieran un paso atrás con el argumento de que estaban obstruyendo la labor policial. Después agredieron a la periodista, que sólo querían cubrir la inminente represión contra estudiantes de la Máxima Casa de Estudios.
La periodista de apenas 21 años y con su pequeño cuerpo defendió la transmisión en vivo, su trabajo, mientras decenas de policías la golpearon en repetidas ocasiones, gritándole e intentando quitarle su máscara antigas.
CONEXIHON lamenta que cubrir una manifestación o un evento público en Honduras es hoy en día una actividad de alto riesgo para reporteros y fotógrafos hondureños. Una identificación de prensa, un chaleco o equipos de los medios de comunicación parecen ya no ser suficientes para proteger a sus profesionales de la policía.
CONDENAMOS con firmeza la violencia policial contra quienes estaban simplemente haciendo su trabajo de una manera respetuosa con la ley y le recuerda que la protesta es una forma legítima y legal de expresión y como tal debe protegerse.
EXIGIMOS a las autoridades de policiales que capaciten a sus policías para evitar nuevas agresiones a comunicadores y defensores de los derechos humanos, cumplan con la ley, aseguren el debido proceso legal a las personas detenidas y respeten en todo momento los derechos de las personas que se manifiestan, así como también las que documentan la protesta.
Finalmente, exigimos que se investigue y deduzcan responsabilidades a los elementos policiales y oficiales que participaron en la agresión y que se haga pública la acción.
DEMANDAMOS el regreso del equipo de trabajo de nuestra reportera y una disculpa pública por lo ocurrido como parte del resarcimiento moral y físico de lo ocurrido.