Namasigüe, Choluteca (Conexihon).- A 30 minutos de la ciudad de Choluteca, se encuentra el municipio de Namasigüe, una depresión plana de terreno rodeado de lomas cubiertas de vegetación alta que desciende hacia la a costa con suavidad.
Pese a que este municipio cuenta con escasos recursos hídricos, hacia los costados de la carretera se muestran algunos sembradíos de ocra, caña de azúcar y melón. Gracias a la proximidad del Golfo de Fonseca muchos de sus pobladores se dedican a la actividad camaronera, la siembra de subsistencia y el comercio a pequeña escala.
Esta es una zona cálida, compuesta por un bosque seco, ofrece una muy variada diversidad característica de la zona sur, tanto de animales salvajes como domésticos observando también venados, ardillas, cusucos, garrobos, tepezcuintle, zorrillos, tacuacines, conejos y una gran cantidad de aves migratorias, el municipio también es conocido como “la capital del pozol”.
En los últimos años, Namasigüe reviste su importancia territorial gracias a otro recurso, prácticamente inacabable, el sol, existen al menos nueve proyectos de generación de energía solar fotovoltaica con estudio de factibilidad aprobado hasta la fecha, de acuerdo con Mi Ambiente y varios de ellos con contrato firmado, de acuerdo con la estatal Empresa Energía Honduras (ENH).
El impacto de estos proyectos de energía considerada la “menos contaminante”, causa gran preocupación de los pobladores de las comunidades involucradas, instalando desde hace dos años el primer campamento de resistencia contra las empresas fotovoltaicas en la región en la comunidad de Los Prados N° 1 y el segundo campamento, meses después, en la entrada del proyecto en la comunidad de Rancherías.
A dos años del arranque de la construcción del Parque Fotovoltaico “Los Prados” dos procesos legales se iniciaron en contra de al menos 17 pobladores, de las cinco de las comunidades afectadas quienes han sido acusados por coaccionar a los empleados de las empresas. La razón principal es ingresar al predio y empezar a generar 53 Megas de energía anuales para que el conglomerado de cinco empresas.
Estas empresas son: Energías Solares S.A., Fotovoltaica Sureña, Generación Energética en la zona conocida como Prados Sur; mientras que las empresas: Fotovoltaica Los Prados y Foto Sol se sitúan en Prados Norte, todas ellas amparadas bajo el resguardo de la empresa de capital noruego Scatec Solar.
Scatec Solar cuenta dentro de su portafolios proyectos en Republica Checa, Sur África, Honduras, Jordania, Egipto, Malasia, Mozambique y Brasil. En nuestro país además de los fondos destinados del gobierno noruego, se cuenta también con un convenio préstamo del Banco Centroamericano de Integración Económica, (BCIE).
El 28 de octubre de 2015, Scatec Solar y Norfund firmaron un acuerdo de compra de acciones para adquirir el proyecto solar Los Prados. «Con este nuevo proyecto, estamos fortaleciendo aún más nuestra posición en el mercado solar hondureño y latinoamericano. Es grandioso que podamos construir sobre el proyecto Agua Fría de 60 MW para ejecutar otros 53 MW en el país». dijo Raymond Carlsen, CEO de Scatec Solar.
Agua fría: https://www.youtube.com/watch?v=tvBJEjE6hyk
Scatec Solar Company: https://www.youtube.com/watch?v=SmLR1PGJnUA
“Scatec Solar ASA anunció que construirá, poseerá y operará la planta de energía. Siendo el capital será propiedad en un 70 por ciento por Scatec Solar y en un 30 por ciento por Norfund. El gasto de capital total se estima en USD 100 millones y se financiará con un 75% de deuda financiera de proyectos sin recurso. Se espera que el financiamiento del proyecto sea provisto por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y Export Credit Norway con la garantía del Instituto de Garantía de Crédito a la Exportación de Noruega”.
Niño disfruta de la quebrada en la zona donde se instalaría el proyecto fotovoltaico.
¿Se mide el impacto ambiental real?
El acuerdo con el BCIE establece que “la construcción de este proyecto es ambientalmente sostenible, generando 30 empleos temporales y 5 permanentes en cada proyecto, contribuyendo a la erradicación de la pobreza extrema y el hambre, mejorando el acceso a la energía y vías terrestres en el área de influencia del proyecto”.
El proyecto consiste en el diseño, suministro, instalación y puesta en marcha de cinco (5) centrales de generación de energía solar fotovoltaica sobre una superficie total de 88.2 Hectáreas (18.14 Hectáreas se utilizarán para Los Prados S.A., 9.34 Hectáreas se utilizarán para Foto Sol S.A., 12.31 Hectáreas se utilizarán para Energías Solares S.A., 23.34 Hectáreas se utilizarán para Generaciones Energéticas S.A. y 24.78 Hectáreas se utilizarán para Fotovoltaica Sureña S.A.). Todas estas centrales se interconectarán al Sistema Interconectado Nacional (SIN). El proyecto Planta Solar Fotovoltaica Los Prados tiene una potencia nominal total de 53.3 MWp (si bien sólo se comercializará un máximo de 43.75 MWac).
El costo total del proyecto asciende a US$ 102.02 millones. Esto resulta en un costo por MWp igual a US$ 1.91 millones. De acuerdo a la estructuración del financiamiento, el BCIE estaría participando en el financiamiento del 39.20 % del monto total de inversión equivalente a la suma de US$ 40.0 millones. El restante 60.8% de la inversión será cubierto por el Crédito para exportación de Noruega y aporte patrimonial por parte de Scatec/Norfund.
De acuerdo con esta explicación detallada del BCIE, las autoridades de Honduras podrían haber cometido un “error” al tipificar cada una de estas cinco empresas en la categoría N° 2, es decir, no considerar la suma del proyecto, según consta en las resoluciones 1482-2013; 1461-2013, 1466-2013 y 1462-2013 emitidas por la entonces Secretaría de Estado en los Despachos de Recursos Naturales y Ambiente, hoy conocida como Mi Ambiente.
De acuerdo con la magnitud del proyecto, este podría ser considerado un “Gran Proyecto”, es decir lo que se entiende por el conjunto de actividades que impliquen el desarrollo de obras cuyos impactos directos, de índole ambiental, económico, social y cultural sean de alcance nacional. Una característica de ello es que se constituyen de componentes cuyas dimensiones son similares a las acciones humanas (…) Se incluyen como parte de esta categoría actividades tales como generación hidroeléctrica, explotación minera metálica, explotación petrolera y grandes obras de infraestructura.
Más impacto ambiental
En la zona sur de Honduras, ocurre en las depresiones naturales cercanas a los estuarios, un crecimiento del nivel de las aguas lo suficientemente grande para ser considerado como laguna. Son las mundialmente famosas lagunas de invierno. El Jicarito es una Área de Manejo de Hábitats y Especies declarada como tal a través del Decreto Legislativo No. 5-99-E de 1999. Posee una extensión territorial de 6,897 hectáreas y se encuentra localizada entre los municipios de Choluteca y Namasigüe en el departamento de Choluteca.
El Area Natural Protegida Hábitat – Especie “El Jicarito”, forma parte integral de las áreas protegidas y humedales del Golfo de Fonseca incluidas en lista No. 1000 de humedales de importancia internacional de la Convención RAMSAR de la ONU, desde junio de 1999. También en el año de 1994, Honduras aprobó el Decreto 183-94, sobre el “Convenio para la Conservación de la Biodiversidad y Protección de Areas Silvestres Protegidas en América Central”, el cual tiene como propósito desarrollar las áreas naturales de la Reserva La Fraternidad o Trifinio, Golfo de Honduras, Golfo de Fonseca, El Pital, Reserva Solidaridad y Reserva de la Biosfera Río Plátano y Cayos Misquitos”.
Los límites específicos del área son los siguientes: al norte Playa Los Tres Ganchos; al sur Granjas Marinas San Bernardo, Estero El Pedregal área de manejo H/E San Bernardo y comunidad de Montecristo; al este las comunidades de Los Tanques, El Garcero y El Teonostal en el municipio de Namasigüe: y, al oeste Camaroneras Ibemar, Camaronera Fonseca, Honduras Camarón, La Jagua, Caderpa y comunidad de El Prieto.
Entre las comunidades de pobladores de la zona están: El Obraje, Los Prados, Chagüitón, El Quebracho, Santa Emilia, Yorolán, San Jerónimo, Tierra Blanca, Cabaña, Vuelta del Cerro, Los Rincones, San José de la Landa, San Rafael, Namasigüe, Santa Irene y El Tulito.
El proyecto Parque Fotovoltaico Los Prados cuenta con un acuerdo de compraventa de electricidad a 20 años y un contrato de arrendamiento del terreno por más de 40 años. La generación estima un promedio de 15 millones de dólares anuales, según su página web y se esperaba iniciar operaciones en el tercer trimestre del 2016.
Para finales del 2017 el proyecto aún no genera un solo watts y existe nerviosismo manifiesto de parte de las empresas, en declaraciones a medios nacionales, la Directora de Sostenibilidad, Kari de Fremme, afirmó “como parte de los acuerdos de responsabilidad social de la alcaldía se firmó un convenio de ayuda por 5 millones de lempiras, de los cuales se han otorgado dos terceras partes, para realizar obras sociales dentro de las comunidades de influencia”.
Restos del campamento incendiado en la comunidad de Rancherías, Namasigüe.
Campamento de oposición incendiado
Meses después se instaló el segundo campamento en la comunidad de Rancherías, pero es aquí donde la comunidad parece haber sucumbido a los ofrecimientos empresariales. Al menos dos acciones de violencia se presentaron antes de la criminalización penal.
Entre ellos el incidente ocurrido con la empresa privada que de forma violenta golpeó a uno de los pobladores, un sexagenario, Erasmo Pastrana a quien después se le acusa de haber coaccionado a los hombres armados.
El más reciente ocurrido este fin de semana, cuando varios desconocidos incendiaron el campamento, arrebatando la bandera ya rasgada y roída por el sol.
“Lo que quieren es darnos miedo, por eso la empresa pidió que nos desalojara, nosotros no somos violentos, estamos afuera del terreno de la empresa de forma pacífica y lo único que queremos es que se nos escuche”, indicó una de las pobladoras de Costa Azul, quien permanece en la ramada.
Según consta en la denuncia interpuesta ante la Dirección Policial de Investigación (DPI) personas desconocidas llegan a sus casas y les toman fotografías, aparentemente para perfilar a los líderes comunitarios.