Ciudad de México (Conexihon).- El defensor del medio ambiente y Premio Goldman 2005, Isidro Baldenegro, fue asesinado el pasado domingo 15 de enero en la casa de un pariente en el poblado de Guadalupe y Calvo, del estado mexicano de Chihuahua. 

Este es el segundo hecho contra quienes obtienen el galardón, después de lo sucedido en marzo del asesinato el año anterior de la lideresa hondureña Berta Cáceres .

Baldenegro tenía 51 años, era un indígena tarahumara que defendió hasta el día de su asesinato, el bosque de Coloradas de la Virgen en el municipio Guadalupe Calvo, razón por la que le fue conferido lo que muchos llaman “El nobel verde”, pero que también le generó numerosas amenazas de muerte.

Se había trasladado a casa de un familiar en el poblado antes mencionado, debido a las amenazas reiteradas, las que se concretaron con los seis balazos que le profirieron el pasado domingo. 

Las autoridades locales aseguraron conocer quien fue el responsable del hecho.

El líder tarahumara corrió con igual suerte que su padre, Jaime Baldenegro, asesinado en 1986, esto despertó en él la necesidad de la defensa del bosque en la comunidad en la que residió. 

Es por eso que creo Fuerza Ambiental, una organización dedicada al combate de la tala de pino y roble en los bosques de la Sierra Madre Occidental, donde se encuentran en el territorio indígena donde habitan los tarahumara.

Isidro fue asesinado por por la defensa del bosque, tres países más al sur de México, en Honduras Berta Cáceres se enfrentó, junto con el Consejo cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de honduras (COPINH), a la construcción de una represa hidroeléctrica en el Río Gualcarque, entre los departamentos de Intibucá y Santa Bárbara.

Mientras realizaba una visita oficial a México, el Relator Especial de Naciones Unidas sobre la situación de Defensores y Defensoras, Michael Forst, criticó a las autoridades de este país del norte de América al mencionar que “Si el Estado no es capaz de proteger a símbolos como Isidro, eso envía la señal de que la impunidad es regla”.

En la misma línea, La Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), en un comunicado con fuerte contenido crítico, aseguró que detrás de este asesinato no solo están involucrados quienes dispararon contra Baldenegro, sino que hasta legisladores e partidos políticos que han creado leyes y reglamentos para enriquecer al capital extractivo.

REMA comparó el asesinato de su compatriota con los casos de Berta Cáceres en Honduras o la compañera Emilsen Malyoma quien fue asesinada en su natal Colombia, igual que les pasó a Laura Leonor Vásquez y Sebastián Alonso, ambos también asesinados hace un par de días en Guatemala. 

En todos ellos se resume una palabra, impunidad; dijo la organización.

De acuerdo a cifras que maneja el observatorio de Global Witnes, entre 2010 y 2015, fueron asesinados 33 defensores del medio ambiente en México.