viernes, marzo 29, 2024
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Dime con quién andas…

Por: Víctor Manuel Ramos

Tras la Segunda Guerra Mundial, los pueblos del planeta encabezados por las grandes potencias, decidieron crear un sistema mundial que garantizara la paz y la solución de los conflictos entre naciones por medio del diálogo y el entendimiento. Se creó la ONU y sus organismos especializados: la Asamblea General, en la que participan todos los Estados miembros, y el Consejo de Seguridad, integrado por cinco países con representación permanente y con derecho a veto, y diez de los otros 188 estados soberanos de la ONU rotan en el Consejo por un período de dos años, escogidos en el seno de la Asamblea General.

Mediante Resolución 181, de la Asamblea General, fueron creados el Estado de Israel y el de Palestina. Tras el abandono, por parte de Inglaterra,  de los territorios que fueron objeto de reparto entre las dos entidades nacionales, el 15 de mayo de 1948, Israel proclamó la independencia. Esta resolución de la ONU fue un tanto arbitraria porque no tomó en cuenta la opinión de los pueblos árabes que ocupaban esos territorios por siglos, razón que llevó a los árabes residentes en esos territorios y a los países árabes vecinos a  no aceptar tal resolución y tal independencia. Este conflicto ha generado múltiples guerras con la consiguiente muerte y migración de miles de palestinos que fueron alojados en campamentos en los países árabes vecinos y en Gaza y Cisjordania.

La Asamblea General y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha promulgado múltiples resoluciones  con el fin de reconciliar a los pueblos en conflicto y, sobre todo, para garantizar los derechos de los Palestinos, principalmente el derecho al retorno a sus hogares de manera pacífica, y el derecho a organizar el Estado Palestino en los territorios que les asignó la ONU en 1947 y que permanecen ocupados, mediante la fuerza militar, por Israel.

El régimen de Israel, apoyado fundamentalmente por Los Estados Unidos de América, ha irrespetado la casi totalidad de las resoluciones emitidas por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad, y por otros organismos especializados de los cuales se ha retirado en franco desacato a los mandatos en elosaprobados, tal es el caso de la UNESCO.

Ese desacato de Israel, con el apoyo de Los Estados Unidos de América, ha provocado una inestabilidad en la región que ha producido guerras, el encarcelamiento, el destierro y la muerte de miles de palestinos (incluidos muchas mujeres, niños y jóvenes), y el conflicto Sirio Iraquí protagonizado por los Yihadistas que proclamaron el Estado Islámico.

Hace un año, los palestino de la franja de Gaza, realizan protestas en contra de Israel que les mantiene bloqueados, y sin posibilidades de adquirir servicios de salud u otros relacionados con las necesidades básicas, sin contar los ataques por tierra y aire que han producido una enorme destrucción de casas, cultivos, edificios, Hospitales y escuelas y la muerte de muchos. La exigencia básica es el reconocimiento de Palestina como un Estado soberano, establecido en Gaza y la Cisjordania, en donde Israel ha expulsado a los residentes árabes y les han destruido sus viviendas y cultivos para estableces colonias judías. Todo esto ha venido acrecentando el sufrimiento del pueblo palestino, sometido por la fuerza bruta y mediante la humillación y el despojo, en desacato total de las resoluciones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General, que es la ley internacional.

El Estado de Israel, que ahora profesa el sionismo como doctrina de Estado, ha sometido  los árabes a una discriminación terrible y ha emitido leyes en las que se considera que el Estado de Israel es exclusivo para los judíos, dejando excluidos a los ciudadanos árabes que tienen nacionalidad israelí y que son sometidos a persecución y represión.

Israel, apoyado por Los Estados Unidos, ha impulsado un trabajo con los gobiernos retardatarios de América Latina y África, con el fin de instalar en esos países, regímenes fines  la doctrina sionista, y de hacer prevalecer que las tierras que hoy ocupa Israel le fueron asignadas por dios y que el pueblo judío es el pueblo escogido por dios. Esa campaña la realizan mediante la utilización delas iglesias protestantes, que han elevado a dogma fundamental de sus creencias esas afirmaciones sobre los territorios y el pueblo de Israel. De paso, Israel brinda apoyo en aspectos de seguridad a estos gobiernos y vende armas y equipos, destinados, fundamentalmente, a la represión de las corrientes progresistas que se oponen a las tiranías y al irrespeto de las leyes por parte de estos gobiernos. Una de las exigencias de Israel para apoyar a sus socios en América y en África, es que esto países desconozcan las resoluciones de las Naciones Unidas que obligan a Israel a respetar el retorno de los refugiados, a considerar a Jerusalén dentro de un mandato de la ONU, al desalojo de los territorios ocupados y al reconocimiento de un Estado Palestino soberano e independiente.

Es con éste Estado, convertido en poseedor, de manera clandestina de armas nucleares, y que apoya la represión en el mundo y que irrespeta la ley internacional con quien Honduras está haciendo amistad. Es con este Estado que proporciona bombas lacrimógenas, toletes y gas pimienta, con el que Honduras quiere pactar acuerdos de cooperación. Es con este Estado que presiona a nuestro país a mudar, en violación de la resolución del Consejo de Seguridad, la embajada catracha a Jerusalén, con el cual pacta. El lector podrá revisar los crímenes cometidos por los sionistas en contra de los palestinos, hasta 1996.

Los Estados Unidos, Estado al que convienen estos arrumacos entre Honduras e Israel, ha abierto la puerta de las negociaciones y considera la posibilidad de que vengan tropas israelitas con propósitos no definidos y oscuros (podría ser la invasión a Venezuela, o la formación de una fuerza expedicionaria de indios centroamericanos para invadir a la República Bolivariana y poner nosotros los muertos). Lo cierto es que el pueblo hondureño, en su mayoría, rechaza cualquier tratado que permita a tropas israelitas en nuestro país, como también repudia la presencia de tropas yanquis en Palmerola, base que Los Estados Unidos ofrece para hospedar a los israelitas, como si de territorio gringo se tratara.

El gobierno hondureño ha dicho, apresuradamente, que no hay aún acuerdos con Israel, peo que se hacen negociaciones. El pueblo ha advertido que no tolerará la presencia de tropa israelíes en suelo catracho porque tal presencia desestabilizará la región y los hondureños somos respetuosos de la ley internacional, del respeto a la autodeterminación y la no intervención. Por otra parte, Honduras y su pueblo, lucha en las calles para el restablecimiento de la ley, violada ahora por el gobierno usurpador que nos domina. Por eso, en esto, cabe bien el refrán: Honduras, dime con quién andas y te diré quién eres.

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