miércoles, abril 17, 2024
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Tiempos de pandemia no paralizan el trabajo de defensoría de DDHH del MAS

Santa Bárbara, Honduras (Honduras).- Sin importar la cuarentena impuesta en el marco del combate a la pandemia COVID-19, el Movimiento Ambientalista Santabarbarense (MAS), no descansa en su trabajo de defensa e incidencia en defensa de los derechos de las mujeres de Santa Bárbara.

MAS es una organización de defensa territorial de los derechos humanos del pueblo lenca, también lucha por la reivindicación de los derechos de los y las santabarbarenses especialmente de las mujeres y forma parte de la Coalición Contra la Impunidad (CCI).

Betty del Carmen Vásquez Rivera es coordinadora y fundadora del MAS, narró a Conexihon.hn que se encuentran próximos a cumplir nuevos años de fundación “El siete de diciembre del 2011 después del proceso del post golpe de Estado se abrieron muchas mineras en Honduras veníamos de luchar por una ley de minería había una veda, pero lamentablemente el Golpe de Estado vino a botar todos esos procesos de incidencia”.

Vásquez, recordó que desde el 2007 se inició un trabajo de construcción de una resistencia comunitaria en el tema de la minería en el departamento de Santa Bárbara (especialmente la minería a cielo abierto) a través del apoyo de la iglesia católica pero ya en 2011, que organizó a los representantes de organizaciones de base y crearon el Movimiento Ambientalista Santabarbarense (MAS).

El MAS se define como un espacio mixto conformado por un 65 por ciento de militancia mujeres con representatividad en 17 comités en Santa Bárbara.

“La coordinadora de MAS dijo que como logro de la incidencia han sido declarados a 12 municipios libres de extractivismo, se ha logrado frenar la declaratoria del Parque Nacional de Santa Bárbara como una zona libre de extractivismo en el caso del municipio de Chinda del mismo departamento, que están con el peligro eminente de un proyecto hidroeléctrico en el rio Ulúa tornillito que tiene las mismas dimensiones que El Patuca”, detallo Vásquez.

Vásquez, resaltó “Promovemos la reivindicación de identidad indígena santabarbarense territorio lenca, es una zona donde todavía se práctica el Guancasco, tenemos títulos ancestrales el más emblemático es el de macholoa su rebeldía y resistencia de 1801, además la conservación de las áreas protegidas, contamos con un mapeo de conflictos territoriales muchos de esos conflictos tienen que ver con el derecho de acceso al agua, el tema de la caficultura como un monocultivo que está afectando muchas áreas protegidas especialmente la del parque nacional Santa Bárbara, trabajando y luchando para que se declaren zonas de reserva natural y productoras de agua”.

Violencia contra las mujeres se agudizó durante la pandemia

La coordinadora de MAS, dijo que las violencia contra las mujeres se ha agudizado durante la pandemia de COVID-19 “El tema del COVID vino a darnos otras maneras de hacer incidencia y también de construir la esperanza, este confinamiento obligatorio tiene también una connotación política bajo el régimen en el que estamos porque violenta libertades, es lamentable que derechos se vean violentados a través de un PCM, nos limiten actividades de nuestro activismo para realizar defensoría, pero aun así desde sus espacios cotidianos y desde el hogar muchas compañeras hicieron acompañamiento a mujeres que están sufriendo violencia”.

Vásquez agregó que al 15 de agosto MAS ha documentado la situación de la violencia como la viven las mujeres en el territorio, que está pasando con el proceso de denuncias y respuesta en que está fallando el Estado, asegura que las instancias del Estado se volcaron a un descanso un relajamiento durante el confinamiento.

 “El tema de Derechos Humanos nunca cambio en nuestro país al contrario se agudizaron se aumentó en Santa Bárbara incluso aumentaron los femicidios, creo va a ser el año más violento agresivo contra las mujeres, la violencia intrafamiliar y la falta de acceso a una justicia y el machismo y patriarcado y ese relax prolongado de las instancias del Estado, ha permitido que la violencia se incremente” denunció, Vásquez.

También habló sobre otros tipos de violencia contra las mujeres en tiempo de pandemia, como son la violencia económica al haber muchas mujeres desempleadas, a la salud ya que aseguró que muchas mujeres no están teniendo la atención primaria a la salud, y que hay una alta incidencia de mujeres jóvenes embarazadas producto del confinamiento y hacinamiento en el que viven.

Entre otros temas Vásquez denunció que se han aprobado millones de lempiras para el tema agrario y los agricultores no han recibido nada, dijo que se ha favorecido más a grupos agroindustriales y terratenientes, pero no a los pequeños productores o sectores que están organizados.

“Hay una alta incidencia de discriminación, al racismo a la misoginia y a la estigmatización de una u otra manera y más si es oponente a este gobierno y si hace resistencia al modelo económico y extractivo” acotó, Vásquez.

El trabajo en tiempo de pandemia no se detiene

Vásquez, manifestó que han realizado actividades con mujeres durante la pandemia, siguiendo las medidas de bioseguridad “Las actividades que hemos realizado durante la pandemia, es hacer un Guancasco de semillas; donde hemos llevado semillas de los pueblos originarios de un lugar a otro, yo vengo de sembrar maíz amarillo de una empresa que me regalo semilla de maíz amarrillo, negro y rojo, se ha establecido un sistema alternativo comunitario de intercambio o trueque que es intercambiar productos por otros no necesitamos dinero para comprar productos”.

“En el MAS realizamos una campaña en radioemisoras incentivando a que la pandemia no nos quite la esperanza, y que nos vuelva más solidarios más fraternos, que no discriminemos ni estigmaticemos a nadie porque el COVID puede ser una enfermedad que nos afecte, pero más nos puede afectar la indiferencia, el silencio, la corrupción, la impunidad” agregó, Vásquez.

La coordinadora de MÁS expresó que a través de la campaña de radioemisoras, han mandado mensajes donde señalan que detrás de la pandemia hay corrupción e impunidad, y que el régimen se apodera de los recursos que fueron aprobados para la prevención y para reducir los impactos del COVID.

Vásquez describió que además del Guancasco de semillas, otra de las actividades realizadas durante la pandemia es promover una biblioteca de libros “Como MAS hemos promovido las bibliotecas itinerantes que es la dotación de materiales que hemos trabajado en el marco de esta pandemia, para que nos capacitemos de manera comunitaria y colectiva para que ese espacio de libros podamos leer, revisar aprender y que vayan de comunidad en comunidad así como fueron las semillas, y que ahora estamos comiendo mucho de esos productos y otras están en proceso de crecimiento, así también los conocimientos se pueden ir promoviendo y divulgando”.

También informó que han publicado un catálogo de los productos que elaboran las mujeres y para que sean ellas quienes comercialicen directamente, a la vez dijo que crearon un libro llamado las mujeres que inspiran, a través de él trasladan historias de muchas mujeres las cuales enseñan a alimentar la esperanza, recuperar la alegría, construir sueños, establecer alianzas y que tal vez otras mujeres se vean reflejadas.

“Desde MAS en la pandemia hemos apoyado a 80 familias en la recuperación de semillas y donación de alimentos, y estamos gestionando la dotación de cielos metálicos para garantizar un acopio para almacenar la comida para el próximo año; maíz, frijoles y algunas variedades de hortalizas originarias de la zona” acotó, Vásquez.

La soberanía alimentaria es urgente

La coordinadora de MAS, dijo que el sistema se ha encargado de violentar culturas y prácticas ancestrales “Este sistema se ha encargado de violentar nuestras culturas y muchas practicas ancestrales, nos están robando los saberes de la medicina natural en esta pandemia muchos saberes se fueron expandiendo y volvemos a tomar los tés de hojas a recuperar el jengibre el eucalipto, la manzanilla”.

“La soberanía alimentaria es urgente que la gente se dé cuenta que tiene que sembrar y también es necesaria una ley de reforma agraria, donde las mujeres tengan acceso de igual condiciones a la tierra pero también los hijos de los campesinos que hoy emigran porque hoy no tienen donde sembrar, donde el presupuesto se les entregue directamente a la población y no a los militares porque nunca los hemos visto sembrando nada lo único que siembran es el terror y violentan derechos” exigió, Vásquez.

Vásquez, indicó que se vio el fenómeno del regreso a ese departamento de muchas personas que habían migrado a las ciudades hasta por cuarenta años, y según ella están volviendo al campo por la búsqueda de la salud de garantizar ser sobreviviente no solo del COVID “Eso nos da una lectura que la vida está en el campo, por tanto, los territorios deben ser salvaguardados y protegidos no pueden ser concesionados”.

Expresó que alguna de las necesidades de las mujeres es de tener acceso a la tierra “Las mujeres están produciendo y reciclando muchas veces para el autoconsumo y sobrevivencia, si las mujeres tuvieran igualdad de condiciones en derecho a la tierra como lo reza la reforma agraria para los hombres ya sería una cosa resuelta en Honduras, es lamentable que algunas organizaciones otorgaban alimentos a las familias y en esos alimentos no iban frijoles porque no habían en la zona, eso es increíble en un país con condiciones agrícolas”.

Hay países donde fue levemente manejable porque tienen soberanía alimentaria, tienen una reforma agraria integral.

Finalmente dijo que en tiempo de pandemia muchas mujeres sufren las consecuencias económicas ya que sus productos no son comercializados “Muchas mujeres sus productos no son comercializados porque se rompió esa brecha de economía que había, la situación delas mujeres en Santa Bárbara es palpable dejaron de comercializar sus productos en lugares estratégicos porque son productos de nicho de mercados de turistas, no hay turismo en Roatán, en Copan, se quemó el mercado Guamilito de San Pedro Sula que era un mercado artesanal no hay turismo en los lugares donde mueven sus productos. Las mujeres en los hogares se han vuelto las tutoras, cuidadoras y sanadoras de sus familias”.

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